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viernes, 27 de septiembre de 2019

Matutina de Damas : Septiembre 28, 2019

GOTA DE MIRRA


Llamarás su nombre Emanuel, que traducido es: Dios con nosotros. Mateo 1:23.




Me llaman la atención los nombres y su significado. Cuando era niña no me gustaba mi nombre. Lo comparaba con los de mis amigas, que tenían nombres que a mí me parecían más bonitos, pero cuando entendí el significado de mi nombre, comenzó a agradarme.

Hay una ciencia que se dedica al estudio de los nombres: la antroponimia. Es una rama de la lexicología que estudia los nombres propios con sus orígenes y significados.

Desde la creación, los nombres revelan características de las personas que los poseen. Algunos remarcan características negativas y otros características positivas. Por ejemplo, «Adán» significa «hombre» y a la vez «que es de la tierra»; «Eva», de quien desciende toda la humanidad, significa «madre de todos los vivientes»; «Daniel» significa «Dios es mi juez», y basta leer su historia para darnos cuenta de lo acertado de este nombre para el profeta; y así muchos más. El nombre de Zilpa revela su carácter. Ella era sierva de Lea, la hija de Labán y primera esposa de Jacob. Algunos historiadores dicen que Lea y Zilpa eran hermanas. Según la costumbre de la época, cuando una hija se casaba, se le daba una sierva que la ayudaría toda la vida, incluso en la procreación.

El nombre Zilpa no es común; si bien no parece muy atractivo, tiene un significado hermoso. «Zilpa» significa «goteo de mirra, goteo de fragancia».* Procuro imaginarme a esta muchacha, cuyo nombre tiene un significado tan bonito. Tal vez a cada lugar que iba su presencia era un deleite, a tal punto que cuando abandonaba el lugar su influencia permanecía.  Probablemente en su trato con los demás Zilpa dejaba una delicada huella que acompañaba a la persona con quien había estado, como sucede con algunas fragancias que permanecen con nosotros aun cuando la persona portadora ya no está.

Como hijas de Dios, tenemos un perfume especial: el carácter cristiano. Roguemos a Dios que nos conceda su divino Espíritu con sus preciosas virtudes, para que en nuestro trato con los demás dejemos a todos impregnados con el perfume de Cristo.— Alba Jackeline Reyes Domaschensky de Rodríguez

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