Matutina de Damas : Junio 14, 2017

El Señor es fiel

Si dejas de profanar el sobado. y no haces negocios en mi día santo sí !lamas al sábado delicia [ ] entonces «o hallaras tu gozo en el Señor’ (Isa 58:13, 14)

Acababa de graduarme en la universidad y enfrentaba el desafío de comenzar mi carrera profesional en un mundo altamente competitivo. Las posibilidades de entrar a trabajar en la empresa en la que estaba más interesada no eran animadoras, ya que 57.567 candidatos estaban postulándose para diez puestos de trabajo.

Luego de seis meses de pruebas, me encontré entre los quince candidatos finales. Solo me quedaba una entrevista con el director y una psicóloga. Cerca del final de la entrevista, el director dijo:

 

—¡Felicitaciones! Creo que vamos a trabajar juntos.

Sin embargo, la psicóloga no había terminado. Me preguntó:

—¿A qué se dedican tus padres?

—Mi papá es pastor y mi mamá es psicóloga —respondí.

Me preguntó de qué denominación y, cuando le respondí, comentó:

—¿No es esa la Iglesia que no hace nada los sábados?

Yo le expliqué que el sábado es un día diferente y especial, en el cual nos dedicamos a Dios y a servir a otros. Se miraron el uno al otro y dijeron:

—Esperemos los resultados..

Tres días después, me llamó la psicóloga y me preguntó si participaría en reuniones empresariales, quizás una vez por año, en sábado. Le respondí que estaría disponible en cualquier momento, incluyendo domingos y feriados, pero no los sábados. El resultado llegó por correo electrónico: “Gracias por participar de este proceso. Le fue muy bien, pero tuvimos que elegir a otro candidato”.

Lloré mucho y le pregunté a mi papá.

—¿Por qué el Señor me dejó proseguir en ese proceso por seis meses, si sabía que tendría este problema con el sábado?

—Hija —me respondió él—, no preguntes por qué sino para qué. Tu motivo era noble. No te dieron el trabajo porque elegiste ser fiel en guardar el sábado, no por falta de capacidad. El Señor proveerá.

Tres meses después, me invitaron a una entrevista para una empresa estadounidense. Luego de esa entrevista, la vicepresidente me dijo que, originalmente, había elegido a otra persona para ese puesto, pero que ahora sentía que tenía que contratarme a mí. Comencé como coordinadora, al poco tiempo me ascendieron a gerente y, poco después, a directora. Hoy tengo mucho éxito y he trabajado en más de una docena de países emocionantes. Pero, lo más importante, he aprendido que los caminos del Señor siempre son mejores que los nuestros; solo tenemos que confían “Si por la noche hay llanto, por la mañana habrá gritos de alegría” (Sal. 30:5).

LILIANE CALCIDONI KAFLER es directora internacional de productos y servicios en una empresa de San Pablo, Brasil.

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