Buscar...

martes, 27 de diciembre de 2016

Matutina de la Mujer: Diciembre 27, 2016

LA RAÍZ DE TODOS LOS MALES


Donde esté tu riqueza, allí estará también tu corazón” (Mat. 6:21).



ES INNEGABLE que la mentalidad capitalista se ha impuesto hoy por hoy en el mundo. Dondequiera que una viva, tener dinero, tener bienes materiales, vestir bien, son valores en alza en nuestra sociedad. Los valores cambian de generación en generación, y esta generación nuestra da un gran valor a las riquezas. El materialismo nos ha invadido. Y yo me pregunto: ¿Es correcto, bueno, positivo que nosotras, las mujeres cristianas, tengamos una mentalidad de este tipo?

Decía el gran filósofo Arthur Schopenhauer que “la riqueza es como el agua salada; cuanta más se bebe, más sed da”. Y ese es precisamente el problema que plantea el amor al dinero y el estilo de vida que deriva de él: nos vuelve insaciables. Endeudarse, querer tener más y por eso endeudarse más, y para pagar esas deudas, buscar toda manera posible de hacer más y más dinero… Es un círculo vicioso difícil de romper. Por eso mismo, “el amor al dinero es raíz de toda clase de males; y hay quienes, por codicia, se han desviado de la fe y se han causado terribles sufrimientos” (1 Tim. 6:10). Entre el amor al dinero y la desviación de la fe hay un espacio muy pero que muy pequeño.

“El que está satisfecho con su parte es rico”, dijo Lao-tsé. Pero hace falta madurez para saber valorar ese tipo de riqueza. Como mujeres valoramos mucho la seguridad, y es fácil que lleguemos a creer que nuestra seguridad depende en gran medida de nuestra cuenta bancaria, pero este pensamiento en sí es un engaño que nos desvía de la fe. Nuestra seguridad no está en nada material, nuestra seguridad está única y exclusivamente en Dios.

“No te esfuerces por hacerte rico; deja de preocuparte por eso. Si te fijas bien, verás que no hay riquezas; de pronto se van volando, como águilas, como si les hubieran salido alas” (Prov. 23:4, 5). Balaam, Giezi, Judas, Ananías o Safira son claros testimonios bíblicos de cómo querer hacerse rico o sacar provecho económico de toda situación que se nos presenta nos desvía irremediablemente de la fe. Quizá se trata de tener claro quiénes son nuestros referentes en este mundo, si los ricos y famosos, con su estilo de vida, o las brújulas morales que ha provisto la historia y que todavía se pueden encontrar de cuando en cuando.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario