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miércoles, 2 de noviembre de 2016

Matutina de la Mujer: Noviembre 2, 2016

DEJAR HUELLA


“Yo soy el Señor, el Dios de todo ser viviente. Nada hay imposible para mí” (Jer. 32:27).



La ÚNICA MUJER que ha traducido la Biblia completa desde sus originales hebreo y griego fue Pandita Ramabai (1858-1922).* Nacida en la India, una sociedad hostil hacia las mujeres, Pandita vio
morir de hambre a sus padres y a su hermana cuando tenía veinte años. Se quedó sola con su hermano menor vagando por las calles de Calcuta durante más de dos años, hasta que su hermano murió, y ella recurrió a lo único que tenía: su educación. Su padre le había enseñado sánscrito, y miles de versos y dichos de sabiduría hindú. Recitándolos por las calles y frente a los templos se ganó la vida, hasta que llamó la atención de las autoridades británicas »~— y los eruditos del hinduismo, que le concedieron el título de Pandita, es decir, “Docta”. De ahí pasó a la fama.

Cuando oyó hablar de Cristo, Pandita supo que había encontrado su camino. Jesús no entendía de castas y promulgaba la igualdad entre hombres y mujeres, judíos y gentiles; eso la conquistó. Aunque no fue hasta ocho años después que experimentó su verdadero despertar espiritual y se dispuso a hacer lo mismo que el Maestro.

Tras perder a su marido y convertirse en una ……………..’

viuda más, es decir, en marginada, Pandita comenzó

su lucha contra la práctica de los matrimonios entre hombres mayores y niñas pequeñas, tan común en su país, y abrigó la causa de la educación de la mujer. La Misión Mukti, que ella fundó, permanece aún abierta para mujeres y niños que necesitan ayuda.

Pandita pudo haber sido profesora universitaria (ofertas no le faltaron), pero a pesar de que sí fue una activa y erudita conferenciante, decidió dedicar su vida a ayudar a las mujeres más pobres de la India. Les dio educación, les enseñó a trabajar la tierra y ofreció un refugio a miles de personas que pasaban hambre, y a niñas viudas que no le importaban a nadie. Fue uno de los más grandes ejemplos de cristianismo en acción que el mundo haya conocido jamás. Murió la misma noche en que terminó de leer las pruebas de su traducción de la Biblia al marathi.

A pesar de las circunstancias, podemos encontrar nuestro ministerio personal y desarrollar el intelecto hasta límites insospechados. Podemos dejar huella.

Tras ocho años siendo cristiana comprendí que había encontrado mi religión, pero no a Cristo, el alma de la fe y la luz del mundo. Pandita Ramabai

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