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miércoles, 2 de noviembre de 2016

Matutina de Menores: Noviembre 2, 2016

DURMIÉNDOSE EN EL MONTE EQUIVOCADO


Velad y orad, para que no entréis en tentación, el espíritu a la verdad está dispuesto pero la carne es débil. Mateo 26:41



Jesús había advertido a Pedro, en el aposento alto, que negaría a su maestro tres veces antes que el gallo cantara en las horas tempranas de la mañana. Pedro había sacudido su cabeza en incredulidad.
“!Daré mi vida por tu causa!”, había prometido.

ahora mientras caminaban hacia las afueras de la ciudad, JESUS les hablo de nuevo, declarando que todos sus discípulos Se dispersarían aquella noche; y repitió su advertencia a Pedro, Esta vez, Pedro estaba aún más decidido que antes en su garantía de lealtad.” señor’ estoy listo de ir a prisión contigo y aun a la muerte” aseguró.

El resto de los discípulos asintieron con sus cabezas, en confianza propia. Todos estaban tan seguros que estarían con Jesús sin importar cuán difíciles se pusieran las cosas. Pero, Jesús lo sabía mejor que ellos. Todos estaban desprevenidos para la gran prueba.

Caminaron a través de las Calles hacia la puerta oriental, y salieron de la ciudad hacia el Monte de los Olivos. Luego tranquilamente pasaron las tiendas silenciosas de los peregrinos que habían llegado para la Pascua.

Con frecuencia, Jesús iba al jardín del Getsemaní para orar y  meditar, Probablemente, también haya estado allí el martes y el miércoles a la noche de esa semana. Para esta esta hora, mientras se acercaba al jardín, los discípulos notaron un pequeño cambio en su Maestro, Se balanceaba hacia adelante Y hacia atras, como si fuera a caerse Cada Paso parecía llevar un gran esfuerzo, se oían quejidos en voz alta como si estuviera llevando una gran carga. Los discípulos tuvieron que sostenerlo dos veces o habría caído al suelo.

Pero Jesús no estaba enfermo, estaba cansado. Sabía  que había llegado la hora en que tendría que hacerse cargo de toda la culpa de cada ser humano que alguna vez haya pecado o fuera a pecar Sabiendo cuán abominable es el pecado para su  padre, el pensamiento de cargar toda esa culpa lo estaba aplastando. Esta situación podía separarlo de su Padre para siempre.

Justo cuando Jesús más los necesitaba, los discípulos estaban extrañamente somnolientos, estaban tan seguros que permanecerían con Jesus; pero en la crisis Se durmieron N0 pudieron quedar despiertos si quiera una hora. para orar con el señor.

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