Buscar...

viernes, 2 de septiembre de 2016

Matutina de la Mujer: Septiembre 2, 2016

EL AMOR ES LA FUENTE DE LA VIDA


“Yo los amo a ustedes como el Padre me ama a mí; permanezcan, pues, en el amor que les tengo” (Juan 15:9).



CUANDO EL FILÓSOFO alemán Jorg Splett escribió que “toda persona necesita más amor del que merece”, sin duda estaba hablando de mí. [Menuda persona soy yo! No merezco mucho, la verdad, si
me conocieras te darías cuenta, y sin embargo, necesito tanto y tan desesperadamente que me quieran…

Cuando recibo ese amor que no merezco, todo cambia para mí… Por ejemplo, cuando mi madre me sigue ayudando, consolando, llamando y mimando a pesar de los muchos errores que cometo y que, sin duda, le duelen tanto o más que a mí. Cuando una amiga sigue siendo la misma conmigo, con la ternura de siempre, a pesar de que he hecho algo totalmente fuera de lugar, y lo sabe. Cuando mis jefes me siguen valorando, apoyando y dando segundas y terceras oportunidades aunque en mi último proyecto quizá no fui todo lo meticulosa que hubiera podido ser. Cuando mis compañeros de trabajo, con una sonrisa en los labios, me dan los buenos días cada mañana, a veces con el regalito extra de un fuerte abrazo, aunque quizás el día anterior hice algo que no les gustó… ¡Cómo necesito ese amor que no merezco! ¡Cuánto dependo de ese amor que no merezco! Esta plantita que soy yo no podría florecer de otra manera.

Nuestros talentos, nuestros potenciales, no pueden desarrollarse en ambientes fríos, apáticos, de relaciones distantes. Sí, es cierto, no merecemos tanto amor como necesitamos pero, porque lo necesitamos, hagámonos ese regalo las unas a las otras. De gracia, así como lo hemos recibido de Dios, “porque hay más dicha en dar que en recibir” (Hech. 20:35).

Hemos sido creadas por amor, con amor y para amar, y sin amor no podemos descubrir lo que valemos, lo que somos, y para lo que hemos sido creadas. Por eso, en nuestras relaciones diarias en la casa, el trabajo, la calle o la iglesia, tengamos presente que el amor no es algo abstracto, sino que se manifiesta en actos visibles, reales, de cercanía, compasión y solidaridad, independientemente de la personalidad del otro.

Todas tenemos inseguridades, todas necesitamos sentimos aceptadas, a todas nos hace falta amor para florecer; ¿cerraremos el puño a quien consideramos que no merece nuestro amor, o derramaremos liberalmente, con las manos y los brazos abiertos, rayos de luz en pequeños actos diarios de amor?

No hay comentarios.:

Publicar un comentario