Buscar...

viernes, 19 de agosto de 2016

Matutina de Jóvenes: Agosto 19, 2016

MOVIENDO “LA ROCA”


Dios me ayuda. Salmo 54:4



En su libro Ilustraciones inolvidables, Wayne Rice cuenta la historia de un niño que jugaba plácidamente en la arena. Tenía camiones, automóviles, un cubo de plástico y, por supuesto, una pala.
Se había pasado todo el día creando carreteras y túneles en la arena, hasta que se encontró con una roca en medio del camino. El niño cavó alrededor de la roca, y logró moverla un poco mientras la empujaba con sus pies. Pero no podía quitarla de allí.

El pequeño hizo todo lo que pudo para mover la enorme piedra; no obstante, cada vez que creía haber avanzado se daba cuenta de que la roca seguía en el mismo lugar. El chico “gruñó, luchó, empujó, pero lo único que consiguió” fue lastimarse sus manitas. Entonces, cuando ya no pudo más, se echó a llorar.

Durante todo ese rato su padre lo había estado observando a lo lejos. Cuando vio  al niño llorar, se le acercó y le preguntó:

-Hijo, ¿por qué no usaste toda la fuerza que tienes a tu alcance?

Sollozando, el pequeño respondió:

-Papá, lo intenté, lo intenté una y otra vez. Usé todas mis fuerzas.

-No, hijo. No utilizaste toda la fuerza de la que disponías. No me llamaste a mí. En ese instante el papá se agachó, cargó la roca y, en un abrir y cerrar de ojos, la quitó del camino.

Si eres como yo, me imagino que tú también te has topado con “rocas” que tratan  de impedir tu avance en el camino hacia el cielo. ¿Cuál es tu “roca”? ¿Has intentado quitar los obstáculos de tu vida con tu propia fuerza? ¿Has luchado con toda tu alma pero al final descubres que caes una y otra vez en el mismo pecado?

Si estás cansado y frustrado por tu incapacidad para mover esos pecados de tu vida, entonces este es el momento preciso para pedir la ayuda de tu Padre celestial. Dile a Jesús que venga y quite esa “roca” inamovible que hay en tu corazón. Mientras le pides al Señor que quite esa roca de tu camino, puedes imaginar su tierna voz diciéndote: “No tengas miedo, pues yo estoy contigo; no temas, pues yo soy tu Dios. Yo te doy fuerzas, yo te ayudo, yo te sostengo con mi mano victoriosa” (Isaías 41:10).

No hay comentarios.:

Publicar un comentario