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miércoles, 31 de agosto de 2016

Matutina de la Mujer: Agosto 31, 2016

SABER ELEGIR


“Es nuestro deber obedecer a Dios antes que a los hombres” (Hech. 5:29).



SIEMPRE TENEMOS la necesidad de elegir, desde las cosas más pequeñas (qué ropa nos pondremos, qué comeremos) hasta las más grandes (qué haremos o qué diremos). “Elegimos los
pensamientos que decidimos pensar, las pasiones que decidimos sentir y las acciones que decidimos llevar a cabo. Y tomamos cada decisión dentro del sistema de valores que elegimos para regir nuestra vida. Al seleccionar ese sistema de valores estamos, de una manera muy eficaz, definiendo la decisión más importante que habremos de tomar”.*

Existe un libro cuyo mensaje central es la exposición de un sistema de valores único y la presentación de cuán importante es para el pueblo de Dios tomar decisiones acordes con él; ese libro es la Biblia. Una y otra vez nos muestra el sistema de valores de Dios y nos pone frente a frente con la gran elección de la vida, esa de la cual dependerán todas las demás decisiones que tomemos. Desde el Antiguo Testamento, la Biblia nos exhorta a elegir, empezando con Moisés: “En este día pongo al cielo y a la tierra por testigos contra ustedes, de que les he dado a elegir entre la vida y la muerte, y entre la bendición y la maldición. Escojan, pues, la vida, para que vivan” (Deut. 30:19); continuando con Josué: “Elijan hoy a quién van a servir” (Jos. 24:15), y siguiendo con Elias: “¿Hasta cuándo van a continuar ustedes con este doble juego? Si el Señor es el verdadero Dios, síganlo” (1 Rey. 18:21). En el Nuevo Testamento Jesús nos indica: “Nadie puede servir a dos amos” (Mat. 6:24) y el Apocalipsis nos advierte del riesgo de no ser ni frío ni caliente: “Ojalá fueras frío o caliente” (Apoc. 3:15).

Hay otros libros que presentan otros sistemas de valores, invitándonos a tomar decisiones basadas en ellos. ¿Por qué decidimos por la Biblia y no por otros? Porque cuando conocemos a Dios comprobamos que es sabio, justo y misericordioso, y aprendemos a confiar en él. Aprendemos que no seguir sus consejos en una decisión, aunque pequeña, conlleva sufrimiento. La Biblia es el libro que presenta las más elevadas normas morales, que trata al hombre con gran dignidad y nobleza, y que espera de él ese mismo comportamiento elevado y noble.

Siempre estamos en una encrucijada; cada minuto, cada hora, cada día debemos elegir. Benjamín Franklin

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