Matutina de Menores: Julio 22, 2016

EL HOMBRE A QUIEN DIOS LE TIRO EL PELO

Porque no quiero la muerte del que muere, dice Jehová el Señor; convertíos, pues, y viviréis. Ezequiel 18:32.

Mientras Daniel estaba en la corte de Babilonia y el anciano Jeremías en Jerusalén, todavía había otro profeta que predicaba, durante los días oscuros de la cautividad. Dios llamó a Ezequiel junto al canal
Quebar, para hablar a su pueblo. A pesar de sus duros corazones, desesperadamente quiso darles ánimo y dejarles saber que todavía los amaba tanto como siempre. Ezequiel sería su portavoz.

Ezequiel sabía exactamente cómo llamar la atención de la gente. Una vez, jugó en la arena con una olla de hierro y dibujó cuadros de la caída de Jerusalén. Otra vez, cortó su cabello y lo dividió en tres partes, para mostrar lo que Dios haría con los judíos. Hasta cavó un túnel bajo una pared y tiró sus posesiones tras de sí, mientras su audiencia miraba con asombro.

La primera visión de Ezequiel fue de un complejo sistema de ruedas gigantes que se movía alto en el cielo, en dirección del Espíritu de Dios. Pero, de todas las visiones que Dios dio a este profeta, ninguna fue más dramática y electrizante que la vez que fue levantado de un mechón de pelo, fue elevado alto por arriba de la tierra y llevado a Jerusalén, justo hasta la puerta de la iglesia. Frente a Ezequiel había un agujero en la pared. “Cava en la pared”, ordenó la voz desde el cielo.

Ezequiel comenzó a cavar, y tan pronto como se abrió camino encontró una puerta.

Después, Dios habló otra vez. “Entra, y ve las malvadas abominaciones que estos hacen allí” (Ezequiel 8:9).

Para asombro del profeta, allí, sobre las paredes de la iglesia, había ídolos paganos retratados. Los líderes espirituales estaban adorando a estas cosas, y se decían a sí mismo: “El Señor no nos ve”.

Pensaban que toda su idolatría secreta estaba escondida del Cielo. Como la gente de hoy, que se escabulle en secreto, pensando que pueden andar en sus malos caminos sin enfrentar las consecuencias. El Cielo está planificando una investigación completa, que expondrá cada encubrimiento y derribará cada excusa.