Buscar...

sábado, 7 de marzo de 2015

Matutina de la Mujer: Marzo 7, 2015

De abrumada a liberada


Si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres. Juan 8:36



Me encontraba atrasada con el arreglo de mi casa. Tenía ropa que lavar y guardar, cosas que acomodar, pisos que limpiar. . . En la oficina había papeles que ordenar, llamadas por realizar, cuentas que pagar. . .  Tras unos días de enfermedad, la lista parecía interminable, la tarea abrumadora.

Lograr ponerme al día con lo atrasado parecía imposible ya que, cada día, debía atender lo de esa jornada y tratar de resolver algo de lo pendiente. Mis esfuerzos eran infructuosos. El tiempo corría y la carga no aminoraba. Me cansaba con facilidad y desistía. Ya sabes cómo son las tareas del hogar: cuanto más haces, más cosas aparecen por hacer.

Entonces le pedí fuerzas a Dios. Había despertado cansada, pero no quería que mi casa permaneciera en aquella condición. Poco a poco, pero persistentemente, fui organizando una y otra cosa. . .

Al cabo de un rato, ¡ya podía ver una diferencia! Eso me alentó. Aunque terminé cansada, al menos la abrumadora carga de no poder cumplir con lo que de mí se requería se esfumó, y me sentí liberada.  Agradecí a Dios por la fuerza que me infundió para cumplir con mi deber.

En la vida espiritual tampoco debemos descuidar el arreglo diario del alma: la oración y el estudio de la Biblia. Necesitamos ir cada día al pie de la cruz. Es allí donde comprendemos lo que costó nuestro mal proceder. Cuando nuestra casa espiritual está llena de pecado, este nos abruma. En vano tratamos por nuestros esfuerzos de arreglar y limpiar esta casa. Necesitamos el auxilio del Espíritu Santo. Cuando suplicamos perdón, Cristo nos perdona y nos purifica con su sangre, y nuestra morada queda limpia y acogedora, para que el Espíritu pueda ocuparla.

Si te sientes abrumada por faltas no corregidas, por pecados no confesados, por rencores o sinsabores, no temas ir a la cruz. Llegas abrumada, pero te levantas liberada. Nuestro Salvador es el Señor de las nuevas oportunidades. Permite hoy que el Espíritu de Dios te guíe, pídele fuerzas para limpiar tu morada espiritual de modo que Cristo encuentre un lugar acogedor en tu vida. No desperdicies esa oportunidad.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario