Matutina de la Mujer: Marzo 29, 2015

¡Únicas, Diferentes, Especiales!

Y vio Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera. Génesis 1:31.

Cuando mi hijo estaba en el jardín de infantes, algunas veces visitaba la escuela y me quedaba allí observando lo que hacía y cómo le iba. A la maestra le gustaba contar con alguien que la ayudara.

Uno de esos días, mientras estaban en la clase de Educación Física, una niñita de piel morena, con unas trencitas hermosas, entretejidas con bolitas coloridas, se acercó a mí y me sonrío.

-¡Qué hermoso peinado tienes! -le dije.

-¡Gracias! -contestó con una amplia sonrisa. Y empezamos una conversación acerca que quién la había peinado tan lindo. Otras niñas se acercaron y la pequeña con la que yo conversaba hizo una pausa.

-Señora -me preguntó-, ¿por qué el pelo de esa niña es distinto del mío?

Me quedé pensando durante unos segundos, y luego le contesté:

-Porque Dios nos hizo diferentes, con cualidades y características especiales. Cada una de nosotras es única, pero a los ojos de Jesús valemos lo mismo, y él nos ama a todas. ¿Tú entiendes eso? -le pregunté.

-Sí -me dijo con una amplia sonrisa- Jesús es muy bueno.

Esa es, exactamente, la situación en la que hoy nos encontramos. Somos todas diferentes: rubias, morenas, pelirrojas, delgadas, esbeltas, gorditas, llenitas, altas, bajitas, solteras, casadas, viudas, divorciadas…

Pero ante Dios, todas somos amadas y hermosas. Nuestro Señor no dudó ni un instante en morir por ti y por mí. La forma en que lucimos no hizo ninguna diferencia para él. “¡Pueblo suyo somos, y ovejas de su prado!” Al terminar la creación, él vio que todo lo que había hecho era bueno en gran manera; no solamente bueno, sino “en gran manera”.

Celebremos la diversidad, sintámonos orgullosas de ser como somos.

Cada día, al comenzar la jornada, mírate y di: “¡Buen día, Princesa.

!Trátate con bondad, respeto, admiración y amabilidad, porque eres una princesa, hija del Rey de reyes y Señor de señores; y como tal debes actuar, sentirte y comportarte.

¡Feliz día, Princesa!