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domingo, 15 de febrero de 2015

Matutina de Menores: Febrero 15, 2015

Lamer el agua


Experimenta: Entre el perro y el gato, ¿quién se moja más el hocico y los bigotes al beber agua?

Si quisieras comprobarlo podrías filmar a alta velocidad a un perro y a un gato mientras beben. Te darías cuenta de que la respuesta es contundente. Los perros se mojan el hocico, los bigotes y hasta las orejas si las tienen largas, pero los gatos no se mojan. ¿Cómo lo logran?

Los gatos extienden su lengua tanto como pueden y la curvean como si fuera una pala. Con delicadeza levantan el agua de un solo golpe; forman una columna de agua que capturan en un solo movimiento, para inmediatamente después cerrar el hocico. Repiten las acciones tantas veces como sea necesario hasta saciar su sed. Dios enseñó a los gatos cómo hacer que con el movimiento de su lengua, el agua suba sin caerse y se mantenga en su hocico sin escurrir; a diferencia de los perros, que usan su lengua para lamer el agua en grandes sorbos hacia su hocico. Dios hizo a los gatos expertos en física, aunque ellos no lo sepan. Equilibran dos fuerzas muy importantes, la gravedad y la inercia.

Cuando Gedeón eligió a su ejército para ir a pelear contra los madianitas, Dios le ordenó primero que mandara de regreso a su casa a todos aquellos que tuvieran miedo. Después le instruyó que llevara al río a tomar agua a los 10,000 que habían quedado y decían ser valientes, y observara su estilo para beber: si se arrodillaban a la orilla del río, o levantaban el agua con sus manos y la lamían como perros. Solalmente los que lamieran el agua de sus manos irían a la batalla.

Para sorpresa de Gedeón, únicamente 300 hombres lamieron el agua de sus manos, pero con ellos Dios ganó la batalla contra los madianitas. ¿Sabes por qué? Porque estaban alertas a lo que pasaba a su alredeor. No se de tuvieron en cosas poco importantes. Los 300 valientes de Gedeón prestaban atención.

Dios espera que prestes atención a sus indicaciones. No te distraigas con cosas de poca importancia. El Señor quiere que seas de sus valientes, de quienes obtienen la victoria, ¡No te distraigas!

«Gedeón llevó entonces a la gente a tomar agua, el Señor le dijo; “Aparta a los que beban agua en sus manos, lamiéndola como perros, de quellos que se arrodillan para beber”» (Jueces 7:5)

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