Buscar...

lunes, 9 de febrero de 2015

Matutina de Jóvenes: Febrero 9, 2015

El origen de nuestras desgracias


¿Conque Dios os ha dicho: No comáis de todo árbol del huerto?… No moriréis, sino que sabe Dios que el día que comáis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios. Génesis 3:1, 4, 5.



La Palabra de Dios nos revela el origen de todos nuestros padecimientos. Nos dice que el hombre no es un ser inherentemente divino (como pretenden algunas concepciones orientalistas muy en boga), aun cuando Dios lo creó, originalmente, a su imagen y semejanza (Gén. 1:26, 27), con la capacidad de ser feliz y desarrollarse incesantemente. Pero no como un autómata, “programado” para solamente hacer la voluntad de Dios, sino con esa capacidad sublime pero a su vez riesgosa de la libertad

Satanás se acercó a Eva con su propuesta de gobierno: “No le hagan caso a Dios. Él no sabe lo que dice. No le crean: no existe la muerte. Lo que sucede es que Dios es egoísta, quiere el monopolio del poder y la sabiduría en el universo; por eso les coarta su posibilidad de desarrollo. Pero satisfagan sus deseos libremente: coman de este árbol, y verán que serán como Dios. Lo que es más importante: serán SU PROPIO DIOS, sin tener que rendir cuentas ante nadie. Y accederán a un plano superior de existencia”.

Y, para lograr inocular sus dudas respecto de las intenciones de Dios, recurrió a una de sus estrategias favoritas: presentó las prohibiciones de Dios bajo la perspectiva más negativa. Dios les había dicho que podían comer de TODO árbol del huerto, excepto de uno; solo uno estaba reservado para Dios, pero TODO el resto del mundo era para ellos. La perspectiva de la prohibición era: “De TODO, PUEDEN; solo me reservo este árbol”. Pero Satanás lo presenta desde el punto de vista negativo: “¿Así que NO PUEDEN comer de TODO?”

Es lo mismo que hace hoy con nosotros: nos hace sentir que las pocas prohibiciones de Dios van a coartar nuestra libertad, nuestro desarrollo, nuestra felicidad; cuando, en realidad, Dios nos ofrece un universo de posibilidades de crecimiento y dicha. Dios solo nos pide, por amor a nosotros (no como expresión de un autoritarismo narcisista), que nos abstengamos de las conductas y de las experiencias que solo pueden traernos degradación moral, padecimientos y muerte.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario