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miércoles, 4 de febrero de 2015

Matutina de Jóvenes: Febrero 4, 2015

Dios respeta la libertad humana


Señor, ¿no sembraste buena semilla en tu campo? ¿De dónde, pues, tiene cizaña?… ¿Quieres, pues, que vayamos y la arranquemos? El les dijo: No, no sea que al arrancar la cizaña, arranquéis también con ella el trigo. Dejad crecer juntamente lo uno y lo otro hasta la siega. Mateo 13:27-30.



La rebelión de Satanás se materializó en una propaganda proselitista en contra de Dios y su gobierno, a tal punto que arrastró en su rebelión a la tercera parte de los ángeles celestiales (Apoc. 12:4, 7, 9); y, desde que fue echado del cielo, se dedica a engañar al “mundo entero” (Apoc. 12:9), para “vender” su propuesta de gobierno, su nueva filosofía de vida: independencia de Dios, autonomía, desobediencia a la voluntad divina: REBELIÓN.

Dios sabía que esta nueva filosofía, basada, en su esencia, en el egoísmo, daría como resultado la degradación moral, el sufrimiento y la muerte. ¿Qué tendría que haber hecho Dios? ¿Tendría que haber destruido a Satanás y a los rebeldes? ¿Qué habría sucedido, en tal caso, con el resto de los seres inteligentes? Su servicio a Dios, su lealtad, su obediencia, habrían estado basados en el temor a la destrucción. El gran dilema de Dios es cómo asegurarse, para beneficio de sus criaturas, el amor y la lealtad del universo inteligente y, a su vez, lograr que este afecto y esta obediencia estén basados en una absoluta libertad; que esta lealtad sea libre, voluntaria y alegre.

El único camino que Dios encontró es permitir la libertad de elección, para que, al observar las consecuencias, sus criaturas inteligentes pudiesen razonar del efecto a la causa y darse cuenta de la verdadera naturaleza del proyecto de autonomía diabólico.

Pero llegará el día en que, cuando Dios considere que es el momento oportuno, cuando llegue “el tiempo de la siega”, cuando tanto el bien como el mal hayan madurado lo suficiente para mostrar su verdadera naturaleza, pondrá punto final a tanto dolor, miseria y degradación, y nos llevará a un mundo en el que solo existan la fe en Dios, el amor, la lealtad, el bien y, como consecuencia, únicamente la dicha y la felicidad.

¿Qué propuesta de gobierno moral aceptarás, la de Dios o la del autor de todo el mal y el dolor en el universo?

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