Matutina de Menores: Febrero 3, 2015

Problemas técnicos para el despegue

Experimenta: ¿Deseas que Jesús venga pronto?

Estoy sentada en el avión, lista para despegar. Repentinamente el capitán avisa por altavoz que tendremos que regresar a la zona de abordaje. Todo indica que hay un problema y no despegaremos a la hora prevista.

Ya ha pasado una hora y media y aún no hemos despegado. Los niños y algunos adultos han empezado a inquietarse. Todos nos preguntamos por qué no podemos despegar. ¿Por qué tardan tanto en arreglar el supuesto problema técnico? Sin respuestas, seguimos esperando. Nos sentimos cada vez más incómodos debido al reducido espacio y también la urgente necesidad de llegar a nuestro destino a la hora prevista.

Mi estancia en este asiento del avión se parece tanto a nuestra espera para que Jesús venga por segunda vez. Vivimos en un espacio personal reducido. Quienes sabemos que Jesús vendrá por nosotros para llevarnos al cielo permanecemos en nuestros asientos, deseando emprender el viaje a nuestro nuevo hogar cuanto antes. Miramos por la ventanilla y vemos cómo amanece y anochece una y otra vez. Pasan los meses, años, uno más está por terminar… y Jesús parece tardar tanto en arreglar los problemas técnicos de su venida.

Algunos se inquietan y se quejan. Dicen que no es verdad que Jesús vaya a regresar. A todos ellos, Jesús dice por el altavoz: «Ciertamente vengo en breve, sean pacientes y prepárense».

Aun con las indicaciones de las azafatas y del piloto, algunos decidieron bajarse del avión. Si tan solo hubieran esperado unos minutos más… Ahora estamos despegando, y ellos dejaron sus lugares vacíos, por desesperación.

Tú y yo tampoco podemos bajarnos del avión. Lo mejor es esperar con paciencia. Jesús prometió que vendría por nosotros, para vivir para siempre con él. Tienes que creer que así será. Mantente alerta y espéralo, ¡porque él cumple lo que promete!

«En la casa de mi Padre hay muchos lugares donde vivir: si no fuera así, yo no les hubiera dicho que voy a prepararles un lugar. Y después de irme y de prepararles un lugar, vendré otra vez para llevarlos conmigo» (Juan 14:2,3)