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lunes, 26 de enero de 2015

Matutina de Menores: Enero 26, 2015

Saca la basura


Experimenta: ¿Quién saca la basura en tu casa?

En algunos lugares la basura se deja fuera de la puerta de la casa. En otros hay que cargarla a un sitio específico para que el camión re­colector se la lleve. Hay otros lugares en donde no hay camiones recolectores y la basura es enterrada o quemada, aunque no es lo mejor.

En mi ciudad tenemos reglas específicas. El camión recolector pasa a las siete de la mañana tres veces por semana. Cuando suena la campana debes llevar tu basura al lugar asignado en la esquina de la calle, donde un letrero amenaza con multar a quien lleve la basura antes o después del toque de la campana. Con todo, este sistema de recolección no parece funcionar adecuadamente. Las personas llevan la basura antes de que suene la campana, por diferentes motivos. Además nadie recoge la basura que se cae de las bolsas mal cerradas. Así que esa enquiña siempre tiene basura. Debe ser incómodo para quienes viven allí recibir la basura de los vecinos y después quedarse con restos de basura podrida.

¿Sabías que algunas ciudades son reconocidas mundial mente por sus eficaces sistemas de recolección de basura? Por ejemplo, Aguascalientes, México, donde se recogen 550 toneladas de basura cada día, ha recibido durante varios años el premio Escoba de Platino por ser una de las ciudades más limpias de Latinoamérica.

Así también, nuestra mente y nuestro corazón deben quedar lim­pios de basura. Los malos pensamientos y hábitos incorrectos, las imá­genes de violencia, la envidia, el odio, el resentimiento y las malas palabras son solamente algunas «bolsas de basura» que hay que cerrar muy bien y sacar fuera para que el perfecto sistema de recolección de basura del cielo las lleve lejos de nosotros.

Jesús puede ayudarte todas las veces que quieras limpiar. Sencillamente necesitas orar y pedir que saque la basura que hay dentro de ti. Suplícale, como aquel leproso que menciona la Biblia, que te limpie. Llámalo ahora mismo. ¿Qué basura le pedirás que se lleve?

“Un hombre enfermo de lepra se acercó a Jesús, y poniéndose de rodillas le dijo: “Si quieres, puedes limpiarme de mi enfermedad”» (Marcos 1:40)

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