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domingo, 25 de enero de 2015

Matutina de Jóvenes: Enero 25, 2015

Exactitud matemática


Cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo. Gálatas 4:4.



Una de las más asombrosas profecías de la Biblia se encuentra en Daniel 9:24 al 27* En esta profecía, el ángel Gabriel le revela al profeta Daniel (c. 530 a.C.) que habría un lapso determinado sobre el pueblo de Israel, de 70 semanas (490 días), dentro del cual, desde la orden dada para reconstruir Jerusalén hasta la aparición del Mesías, habría un período de 7 semanas (49 días) y 62 semanas (434 días); es decir, 69 semanas (483 días). Como resta una semana dentro del período mayor de 70 semanas, la profecía termina diciendo que luego de las 69 semanas se quitaría la vida al Mesías, y señala que esto ocurriría a la mitad de la semana restante (bajo la expresión paralela de que se haría cesar “el sacrificio y la ofrenda”); es decir, tres días y medio luego del último período señalado.

Diversos intérpretes de la Biblia, basados en las Escrituras y en el pensamiento hebreo de la época bíblica, han demostrado que, en las profecías cronológicas, en lenguaje profètico, es frecuente que cada día profètico represente un año literal. Como el decreto definitivo para reconstruir Jerusalén lo promulgó el rey persa Artajerjes I Longímano (Esd. 6:14) en el año 457 a.C., según lo demuestran varios registros antiguos, como el Canon de Ptolomeo y los Papiros de Elefantina, si aplicamos los períodos mencionados y el criterio de transformar los días proféticos en años literales, llegamos al año 27 d.C. como la fecha para la aparición del Mesías, y al año 31 d.C. como la fecha de la muerte del Mesías.**

Sabemos que Jesús empezó su ministerio público en torno a los 30 años (ver Lue. 3:23) y que murió en la cruz tres años y medio después. Como dice nuestro texto de hoy, había un tiempo señalado por Dios para la manifestación de Jesús como Mesías y para su muerte. Y la profecía de Daniel anunciaba exactamente ese momento. El cumplimiento de las profecías bíblicas es evidencia del origen sobrenatural de la Biblia. ¿No crees, entonces, que es un libro que merece tu atención?

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