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sábado, 6 de diciembre de 2014

Matutina de Adultos: Diciembre 6, 2014

Dios todavía sigue liderando -2


Reconócelo en todos tus caminos, y él enderezará tus veredas. Proverbios 3:6.



Ayer dejamos a Elena de White con sus sueños “imposibles” de adquirir varias propiedades al sur de California.

Y era un momento excelente para comprar esas propiedades. A fines del siglo XIX, otros habían construido muchos sanatorios hermosos en esa zona. Pero, luego hubo sequías prolongadas. Sin agua, las instituciones comenzaron a cerrar. Esos cierres se presentaron como una oportunidad para los adventistas. Pero, incluso una buena oferta no sirve de mucho para quienes no tienen nada de dinero.

Bueno, se las arreglaron para desenterrar algo. La primera propiedad comprada para la iglesia fue el Colegio San Fernando, adquirido por diez mil dólares en 1902: menos de un cuarto de su costo original.

La segunda fue un sanatorio inactivo en Paradise Valley, cerca de San Diego, que consistía en un edificio de tres pisos en un terreno de nueve hectáreas. Los que lo fundaron habían invertido mucho dinero en la propiedad, pero llegaron los tiempos difíciles y el edificio había permanecido desocupado durante más de diez años. Cuando Elena de White visitó por primera vez Paradise Valley, estaba convencida de que los adventistas lo comprarían.

El edificio principal había costado 25 mil dólares, pero ahora sus dueños ofrecían la propiedad completa por 12 mil dólares. Pero ¿dónde podrían conseguir el dinero los adventistas locales? No podían acudir a la Asociación General. Y la Asociación Californiana del Sur, con sus 1.100 miembros, tenía una deuda de 40 mil dólares y recientemente había comprado la propiedad de San Fernando. Esas cifras de dinero parecen pequeñas hoy, pero para aquellos tiempos eran enormes. De ningún modo la Asociación podía reunir 12 mil dólares.

Incluso cuando el precio bajó a 8 mil dólares y luego a 6 mil, todavía parecía imposible. Pero, cuando llegó a 4 mil dólares, la señora de White personalmente sacó un préstamo del banco por 2 mil dólares a un interés del 8 por ciento, consiguió que una amiga íntima pusiera 2 mil más… y telegrafió para comprar la propiedad.

Se había dado el primer paso para establecer el programa médico en el sur de California. Ese primer paso, por supuesto, fue fácil.

Y, ¿cómo guió Dios a su iglesia?

La respuesta corta es haciendo que las personas distinguieran su visión de lo que se puede hacer. Él abre las puertas; de nosotros depende que pasemos por ellas.

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