AMISTAD RENOVADA
«Un amigo es siempre afectuoso, y en tiempos de angustia como un hermano» (Proverbios 17: 17).
La tarde del programa de Navidad, Olivia escribió una segunda carta y la deslizó en la mano de Cristina antes de que comenzara la obra. La nota decía: «Querida Cristina, lo vas a hacer genial. Has ensayado mucho. Estoy orgullosa de ti. Tu mejor amiga, Olivia».
Cuando Cristina subió al escenario buscó con su mirada por entre los espectadores y se detuvo cuando ubicó a Olivia. Olivia sonrió y le levantó los pulgares. Desde donde estaba sentada, pudo ver los ojos de Cristina llenos de lágrimas. Cristina se demoró un momento y luego comenzó su parte.
Durante la obra, Olivia quedó hipnotizada viendo cómo su amiga se iba transformando en el personaje que representaba. «¡Cristina es buena, realmente buena! —pensó—. Ya veo por qué el director de teatro le dio este papel». Al cerrarse el telón hubo un aplauso atronador, y nadie aplaudió más fuerte que Olivia.
Para cuando Olivia llegó detrás del escenario, una multitud había rodeado a la estrella de sexto grado «Creo que tendré que esperar hasta mañana para felicitarla», suspiró Olivia girando para irse. De repente, una mano la sujetó del hombro y la hizo darse la vuelta:
— Hey, espera un minuto —rió Cristina—. ¿A dónde piensas que vas tan rápido?
Las dos niñas se abrazaron, hablando al mismo tiempo:
— Lamento haber sido tan inconstante estos últimos días —dijo Cristina.
—Está bien —admitió Olivia—. Yo también hice algunas cosas tontas en el pasado. Hey, ¿dónde está Jorge? ¿Ustedes dos todavía…?
— ¿Estás bromeando? Hablando de inconstantes, él es el rey de los inconstantes. No lo creerás, espera que te cuente… —las voces de las dos se fueron alejando mientras corrían hacia los camerinos.
«¿Cómo es posible que mamá sea tan inteligente?», se preguntaba Olivia mientras escuchaba a Cristina y se reía de las cosas increíbles que le contaba. Olivia tomó nota mentalmente de que debía agradecer a su mamá por ser tan sabia.
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