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sábado, 29 de noviembre de 2014

Matutina de Menores: Noviembre 29, 2014

SE PUEDE CONFIAR EN JOEL


“Hijo mío, nunca olvides las cosas que te he enseñado; guarda mis mandatos en tu corazón. Si así lo haces, vivirás muchos años, y tu vida te dará satisfacción”. (Proverbios 3: 1, 2, NTV).



Joel se escapó de una casa de acogida en donde lo trataban mal. Desde la muerte de su mamá, tres años antes, se había escapado de varios hogares de acogida y la asistencia social ya le había dicho que, si seguía así, acabaría en un centro juvenil.

Vivir en la calle no es fácil para alguien de trece años. Muchas noches, Joel se acurrucaba en algún contenedor de basura medio vacío para esconderse de los pandilleros o resguardarse de la lluvia. Allí podía pensar en su mamá y en lo que le había enseñado sobre la honestidad, la veracidad y la confianza; valores que es difícil poner en práctica cuando uno vive en la calle. “Lo estoy intentando, mamá, solía susurrar.

Un día, Joel vio un anuncio: “Se necesita repartidor de periódicos”. Consiguió el trabajo y le asignaron una esquina frente a un gran edificio, en el centro de la ciudad. Al poco tiempo, Joel ya conocía por nombre a todos los que trabajaban allí, Le gustaba un hombre en particular, el señor Hendricks, que le compraba el periódico todas las mañanas y trabajaba con el piso diecisiete. Todas las mañanas, Joel saludaba al Sr. Hendricks con una sonrisa. Cuando el señor Hendricks llegaba tarde al trabajo, Joel le guardaba un ejemplar del periódico.

Un día, el señor Hendricks se detuvo para hablar un momento con Joel:

-Joel, si hoy te compro todos los periódicos que tienes, ¿me harías un favor?

-Eh, sí, si puedo…

-Seguro que puedes – respondió el Sr. Hendricks-. Lo que tienes que hacer es ir a la esquina y doblar a la derecha. Luego camina cinco cuadras y dobla a ala izquierda en la calle Maple. Camina dos cuadras más hasta llegar a una gran casa de ladrillos rojos. Toca el timbre y un hombre de traje negro va a responder. Entonces dices: “Juan 3:16”

-¿Juan 3:16?

-Exactamente. ¿Puedes hacerlo?

-Sí seguro. Pero no entiendo. ¿Por qué hace eso?

-Por muchas razones que entenderás con el tiempo. Lo único que necesitas sabes es que sé que puedo confiar en que vas a seguir mis instrucciones.

(Continuará…)

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