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martes, 4 de noviembre de 2014

Matutina de Jóvenes: Noviembre 4, 2014

Felipe


Felipe era del pueblo de Betsaida, lo mismo que Andrés y Pedro. Felipe buscó a Natanael y le dijo:

“Hemos encontrado a Jesús de Nazaret, el hijo de José, aquel de quien escribió Moisés en la ley, y de quien escribieron los profetas”. Juan 1:44, 45.



Caminando hacia Galilea, Jesús llama a Felipe.

A Andrés y a Pedro, los dos primeros discípulos, Jesús les dijo que fueran a ver dónde se hospedaba. Felipe es el primero al que invita directamente. En el fondo, no importa mucho cómo llegas a ser discípulo de Jesús: lo que marca tu existencia es aceptar el llamado y comportarte como un verdadero seguidor del Maestro.

Elena G. de White escribe en el primer capítulo de Servicio cristiano, que todo verdadero discípulo nace en el Reino de Dios como un misionero. Te confieso que es una cita que me preocupó, fundamentalmente cuando no terminaba de entender qué es lo que el Cielo espera al decir “misionero”. ¿Golpear puertas de casas desconocidas los sábados a las dos de la tarde? ¿Entregar folletos en la calle? ¿Pararse en una esquina y comenzar a hablar sobre la segunda venida de Cristo por un megáfono?

La historia de Felipe nos explica que la orden es mucho más simple de lo que pensamos. Andrés llama a Pedro, su hermano. Felipe llama a Natanael, su amigo. La idea es simple: cuéntale a un conocido que encontraste a Jesús.

Quizá la situación se complique porque no nos encontramos con Jesús personalmente. Vives la religión de tus padres, abuelos, hermanos, o la del grupo; por eso no tienes nada para contar. Cuando pensamos, sabemos que haber ido a la iglesia en el último fin de semana no es garantía de habernos encontrado con Jesús. Cantar en el coro, participar de las actividades de jóvenes, incluso hacer visitas misioneras a familias pobres, por más que sean excelentes actividades, no son –necesariamente– encuentros con Jesús.

Felipe, cuando busca a Natanael, le cuenta exactamente lo que él vivió; y lo invita para que él también lo experimente.

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