Buscar...

lunes, 13 de octubre de 2014

Matutina de Adultos: Octubre 13, 2014

Los años posteriores a Minneápolis -1


Y nosotros también os anunciamos el evangelio de aquella promesa hecha a nuestros padres, la cual Dios ha cumplido [...] resucitando a Jesús. Hechos 13:32, 33.



Difundir el “evangelio”, o las “buenas nuevas” (según la versión NVI), fue la tarea para los reformadores de 1888, después de realizar el Congreso de la Asociación General.

Elena de White se fue de Minneápolis desanimada con los dirigentes ministeriales de la iglesia, pero todavía tenía esperanzas en el pueblo adventista en su conjunto. Antes de terminar el congreso, había dicho a los pastores reunidos que, si no aceptaban la luz, ella quería “darle una oportunidad al pueblo; quizás él la recibiría” (Manuscrito 9, 1888). Sin duda que la necesitaban. En septiembre de 1889, comentó que “no hay ni uno en cien” que realmente entendiera lo que significaba ser justificado por la fe, lo que significaba que “Cristo debía ser [...] la única esperanza y salvación” (RH, 3 de septiembre de 1889).

Hasta el otoño de 1891, ella, Jones y Waggoner recorrieron el país, predicando la justificación por la fe al “pueblo” y a los pastores. Después de que ella partiera para Australia en 1891, y Waggoner se fuera a Inglaterra, Jones y W. W. Prescott continuaron presentando el mensaje en los Estados Unidos. En todo este período, y de allí en más, Elena de White enfatizó que Dios había escogido a Jones y a Waggoner con el fin de llevar un mensaje especial a la Iglesia Adventista; y ella misma publicó extensamente sobre el tema de la justificación por la fe.

Los nuevos administradores de la Asociación General, O. A. Olsen (1888-1897) y G. A. Irwin (1897-1901), respondieron positivamente, dando oportunidades para presentarse en público a Jones y a Waggoner. Los dos hombres tuvieron acceso a la gente a través de las iglesias, las lecciones de Escuela Sabática, los colegas, los colegios con internado, que generalmente estaban dedicados a formar para el ministerio, y las casas editoras de la iglesia.

Especialmente importante era el hecho de que en todos los congresos de la Asociación General de 1889 a 1897 Jones y Waggoner recibieron el papel de liderazgo en el estudio de la Biblia y la teología. Más allá de eso, para 1897 Jones había asumido el poderoso cargo de editor de la Review and Herald.

Habría sido difícil imaginar un programa que pudiera otorgar mayor prominencia a los reformadores durante la década de 1890.

Verdaderamente se estaban llevando las “buenas nuevas” al “pueblo”. Y todavía continúa siendo así. Cristo todavía es el centro de atención en la predicación adventista con orientación bíblica.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario