Matutina de Menores: Octubre 13, 2014

Aceptar lo bueno y lo malo

«Él hace que su sol salga sobre malos y buenos, y manda la lluvia sobre justos e injustos• (Mateo 5: 45).

Cuando los abuelos llegaron, Silvia se puso a buscar a Jaime. Lo encon­tró en el jardín, trepado al manzano, en una de las ramas de bien arriba. —Jaime —lo llamó—, baja de ahí. Los abuelos ya llegaron.

— ¡No! —gritó Jaime—. ¡No puedo!

— ¿Estás atorado?

—No, lo que quiero decir es que no voy a bajar ¡nunca!

— ¡Ven aquí en este instante!

— ¡No! —Insistió el niño—. Este es mi castigo por haber hecho que papá… —su voz se fue apagando, y no pudo terminar la frase.

— ¡¿Qué?! Tú no hiciste que papá muriera, fue el cáncer…

—No, fue mi culpa. Yo siempre lo hacía renegar porque no quería sacar la basura. Ahora Dios me está castigando.

—Eso no tiene sentido. Dios no castiga a los niños traviesos matando a sus padres. El cáncer es una enfermedad que afecta a la gente buena tanto como a la mala.

Después de argumentar unos minutos más, Jaime finalmente bajó del árbol. Juntos volvieron a la casa, donde los abuelos los esperaban.

Tú y yo podemos pensar que el razonamiento de Jaime no tiene senti­do, pero en la Biblia hay muchos relatos de personas que llegaron a la misma conclusión. Como los amigos de Job, Jaime necesitaba darse cuenta de que la lluvia y el sol son para todos. Dios no nos promete que no tendremos pro­blemas pero sí nos prometió estar con nosotros y ayudarnos a enfrentarlos y superarlos. Y también prometió que va a volver para llevarnos a un lugar donde no habrá pecado.

(Continuará…)