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domingo, 21 de septiembre de 2014

Matutina de Adultos: Septiembre 21, 2014

¿Y el Pacto? -2


He aquí que vienen días, dice Jehová, en los cuales haré nuevo pacto con la casa de Israel [...] perdonaré la maldad de ellos, y no me acordaré más de su pecado. Jeremías 31:31-34.



Entre Elena de White y Waggoner primaba la armonía sobre los pactos. El tratamiento que ella dio al tema de los dos pactos, redactado a fines de la década de 1880, nos brinda un resumen de su punto de vista sobre la cuestión.

“Los términos del ‘Pacto antiguo’ ”, escribe ella, “eran: Obedece, y vivirás [...]. El ‘nuevo Pacto’ se estableció sobre ‘mejores promesas’: la promesa del perdón de los pecados, y de la gracia de Dios para renovar el corazón y ponerlo en armonía con los principios de la Ley de Dios. ‘Este es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días, dice Jehová: daré mi ley en su mente, y la escribiré en su corazón; y [...] perdonaré la maldad de ellos, y no me acordaré más de su pecado’ (Jer. 31:33, 34).

“La misma ley que fue grabada sobre tablas de piedra es escrita por el Espíritu Santo sobre las tablas del corazón. En vez de tratar de establecer nuestra propia justicia, aceptamos la justicia de Cristo. Su sangre expía nuestros pecados. Aceptamos su obediencia. Entonces, el corazón renovado por el Espíritu Santo producirá ‘los frutos del Espíritu’. Mediante la gracia de Cristo, viviremos obedeciendo la Ley de Dios escrita en nuestro corazón. Al poseer el Espíritu de Cristo, andaremos como él anduvo” (PP 342).

Fue el concepto de un pacto de gracia lo que sacudió hasta sus mismas raíces a muchos de los adventistas tradicionales que enfatizaban la primacía de la obediencia en el antiguo Pacto. El enfoque de Waggoner en la fe en Cristo socavaba la teología de ellos, basada en la Ley; aunque, como hemos visto, Waggoner, Jones y Elena de White tenían un lugar prominente para la Ley y la obediencia en su teología. Pero, para ellos, la obediencia fluía de una relación salvífica con Jesús, no llevaba a esa relación.

¿En qué sentido corre el “flujo” en tu vida? Tengo la impresión de que muchos adventistas están preocupados por su desempeño –cómo lo están haciendo–, en vez de estar, ante todo, interesados en Cristo y en lo que él ha hecho por ellos.

Hoy es el mejor día del resto de tu vida para hacer que tu “flujo” cambie completamente, y para comenzar a caminar con Dios en un nuevo pacto.

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