Buscar...

domingo, 31 de agosto de 2014

Matutina de la Mujer: Agosto 31, 2014

Únicos e irrepetibles


“Porque a mis ojos fuiste de gran estima, fuiste honorable, y yo te amé […] No temas porque yo estoy contigo.” Isaías 43:4,5



Dios es el punto de partida. Es nuestro creador y solo en él encontramos nuestro origen, significado y verdadero sentido. Nuestro destino está librado al amor de Dios y es trascendental porque nos conduce a la vida eterna.ios no creó al hombre solo para que contemplara y ad­ministrara la naturaleza. Le dio un cuerpo y un espíritu integra­dos que lo hace diferente del resto de los seres vivos. Le dio un corazón y una mente para meditar, tener poder moral y salud espiritual, que se rever­tirá en salud física y mental.

Al reconocernos como seres dignos, hechos a su imagen y semejanza, apren­demos a reconocer a los demás de la misma manera, valorarlos y respetarlos, sin discriminación, así como el Señor, que no hace acepción de personas (Rom. 2:11), obra con nosotras. Esto requiere una estrecha relación con Dios. Si nos sentimos únicas e irrepetibles consideraremos a los demás de la misma manera.

¡Cuán importante es saber que no fuimos un infortunio o error de la vida! No somos “algo” sino “alguien” planeado por Dios antes de que fuéramos con­cebidas por nuestros padres y viéramos la luz de este mundo. A los ojos de Dios somos “honorables, de gran estima y nos ama” (Isa. 43:4). ¡Cuánto respeto y amor por nuestra persona! De ese amor debería nacer, a modo de respuesta, la comu­nicación y la comunión que tengamos con el Señor.

Como seres humanos únicos y singulares deberíamos reflejar sus virtudes y amor, puesto que hemos sido creadas a su imagen y semejanza. Conocer profun­damente el amor del Padre y la vida de su Hijo marcará la diferencia.

Querida amiga, supliquemos en oración constante que el Espíritu Santo ejerza en nosotras una transformación completa del carácter y nos haga una influencia positiva para quienes nos rodean. Que podamos ver en cada ser humano alguien digno de ser respetado, valorado y amado. Pongamos en práctica las “seis co” (6 CO): comunión, comunicación, cooperación, coparticipación, comprensión y colaboración con Dios para dignificar la vida de nuestro prójimo, principalmente de nuestro esposo y nuestros hijos.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario