Matutina de Menores: Julio 5, 2014

Instrucciones sencillas

«Tomás le dijo a Jesús: “Señor, no sabemos a dónde vas, ¿cómo vamos a saber el camino?”» (Juan 14: 5).

Sara rebosaba de alegría al entrar por la puerta de su casa. El pastor y la señora Niel habían invitado a los jóvenes de la iglesia para que al día siguiente, que era domingo, acudieran a su rancho, donde criaban caballos. Habría juegos, piscina y montarían a caballo. Todos los amigos de Sara irían.

Después de que Sara informara a su familia acerca del paseo, su papá, que no asistía a la iglesia, preguntó: «¿Dónde vive el pastor Niel?».

La mamá de Sara, que estaba escuchando la conversación, trató de interrumpir:

—Perdónenme… —dijo más de una vez, pero nadie le hizo caso.

—Bien, papá —balbuceó Sara—. Primero tomas la carretera que va a Powell Valley hasta llegar a Gresham. Luego giras a la derecha en la carretera que va al monte Hood. Cuando llegues al camino Barnes, gira a la izquierda. ¿O es a la derecha? No, no; a la izquierda. Luego sigues recto hasta que llegues a una escuela grande que hace esquina, giras a la derecha y… Espera, espera, es una estación de bomberos. La escuela viene después. Luego…

—¡Un momento! —dijo el padre—. Si he entendido bien tus instrucciones,: deberíamos estar en medio del río Columbia. ¡Necesitamos un mapa!

—¿Pueden escucharme, por favor? —dijo la madre agitando un boletín de la iglesia frente al rostro de Sara—. Aquí tengo un mapa que me dibujó la Sra. Niel.

—¡Ahora sí estamos hablando claro! —exclamó el papá.

Esa tarde, Sara pensó en su padre y en su insistencia por tener un mapa antes de comenzar el viaje. «Si tan solo papi pensara en utilizar el sencillo mapa que Dios nos ha dado para que seamos felices, la Biblia, quizá no estaría tan confundido respecto a su vida». El padre de Sara no sabía lo inteligente que era su hija. Con el tiempo lo reconoció, gracias al fiel testimonio de ella, y comenzó a seguir las instrucciones del mapa divino junto a su familia.