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sábado, 5 de julio de 2014

Matutina de Adultos: Julio 5, 2014

El surgimiento de la reunión campestre -1


Siete días celebrarás fiesta solemne a Jehová tu Dios en el lugar que Jehová escogiere. Deuteronomio 16:15.



Los antiguos israelitas acentuaban su año religioso con una serie de festividades durante las cuales la gente dejaba su hogar y viajaba, para reunirse durante siete días de edificación religiosa.

Si bien nosotros no tenemos un paralelo exacto con las festividades judías en la Era Cristiana, la reunión campestre tiene muchos de sus atributos. Las reuniones campestres (Camp Meetings) han desempeñado un rol importante en los reavivamientos de los Estados Unidos del siglo XIX, y en los movimientos metodista y millerita; pero, la primera específicamente convocada por los adventistas del séptimo día tuvo lugar en Wright, Míchigan, en septiembre de 1868.

El anuncio de la Review del 18 de agosto decía que “esta visión no ha sido fijada con el propósito de pasar algunos días de recreación y vanidad. Ni ha sido establecida como una novedad, con el propósito de llamar a los ociosos y los curiosos que de otro modo no podrían ser alcanzados. Por este medio, tampoco tratamos simplemente de reunir una gran concurrencia de gente, para que así podamos hacer una demostración de nuestra fuerza. Tenemos un objetivo muy diferente en vista.

“Deseamos que todos los que asistan a esta reunión lo hagan con el propósito de buscar a Dios. Queremos que nuestros hermanos vengan con el propósito de buscar una nueva conversión. Queremos que nuestros predicadores les den, en esto, un ejemplo digno de imitación.

“También, deseamos ver que muchos semejantes que no tienen ningún interés en Cristo, o que al menos no tienen ningún conocimiento de la verdad presente, se conviertan al Señor y se regocijen en la luz de su verdad”.

Ahí lo tenemos.

El propósito de la reunión campestre era para la edificación y la instrucción de los santos, la conversión de los miembros de iglesia que la necesitaban, y para presentar el mensaje del tercer ángel a los que no lo habían aceptado o que ni siquiera habían oído hablar de él.

En síntesis, la reunión campestre debía ser una fiesta espiritual de primer orden, montada por los adventistas para toda la comunidad.

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