Buscar...

lunes, 21 de julio de 2014

Matutina de Adultos: Julio 21, 2014

Familia y Misión


Serán benditas en ti todas las familias de la tierra. Génesis 12:3.



Nuestro texto, en cierto sentido, me recuerda al “otro” James Bond. Su hermano Seth llegó a ser uno de los primeros adventistas de California en 1872, a través del ministerio de J. N. Loughborough. Con los bolsillos llenos de folletos, su primer objetivo misionero fue James, un agricultor del valle central de California.

Al encontrar al hombre arando la tierra con un grupo de diez mulas, no perdió tiempo en comenzar con su misión. Habló de su nueva fe, en el campo, siguió en el establo y continuó dentro de la casa. La esposa de James, Sarah, una bautista devota, soportó esto algunos días, hasta que se le acabó la paciencia. Pero, finalmente, después de decirle a Seth que apreciaban sus visitas, le advirtió que si no dejaba de hablar acerca de este asunto del sábado sería mejor que se fuera.

–Sarah –respondió él–, si puedes mostrarme tan solo un texto en el Nuevo Testamento que insinúe que estamos obligados a guardar el primer día de la semana, no diré más nada.

–Eso es fácil –respondió ella.

Hizo que James dejara de arar hasta que encontraran el pasaje, y leyeron juntos el Nuevo Testamento. Cuatro días después, llegaron al último versículo de Apocalipsis… pero sin su texto.

El sábado de mañana, James Bond salió a dar de comer a sus mulas y las aparejó, preparándose para arar. Volvió a la casa, desayunó, dirigió el culto familiar y volvió al establo. A eso de las 9, su esposa vio que el arado estaba detenido en el campo. Salió corriendo, por miedo a que se hubiese lastimado, solo para descubrir que estaba sentado en una caja leyendo folletos sabáticos. En ese momento, ambos se hicieron sabatarios.

Posteriormente, por recomendación de Elena de White, este padre de once hijos llegó a ser médico. Cinco de sus hijos varones fueron pastores, y siete hijos llegaron a ser misioneros al extranjero.

Dos de ellos, Frank Starr Bond y Walter Guy Bond, iniciaron la misión adventista en España en 1903. Walter daría su vida allí, once años después, a la edad de 35 años; aparentemente, víctima de un envenenamiento. Ambos experimentaron las pruebas de Pablo, ya que fueron apedreados y sacados a la fuerza de los poblados.

Yo tengo un interés personal en esta historia porque mi esposa (Elizabeth, o “Bonnie”, Bond) es la nieta de Frank y la bisnieta de James.

¡Las familias marcan la diferencia! La forma en que nuestros hijos se relacionan con el Señor, con la iglesia y con el servicio, en gran medida, es moldeada por los padres y las madres en la fe.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario