Buscar...

lunes, 21 de julio de 2014

Matutina de la Mujer: Julio 21, 2014

Prosperidad en las dificultades


“para que te acuerdes y te avergüences, y nunca más abras la boca, a causa de tu vergüenza, cuando yo perdone todo lo que hiciste, dice Jehová el Señor.” Ezequiel 16:63



Después de doce años de tra­bajar en el ministerio con mi esposo, siento que muchas cosas en mí han cambiado. Algunas, por las experiencias vividas, y otras por las experiencias de los que me ro­dean. El año 2010 había pasado con muchas pruebas. Además de cumplir con el trabajo propio de la esposa de un ministro, enseñaba en uno de nuestros colegios. Recibía un sueldo muy bajo pero me sentía feliz de poder hacer algo que me gustaba mucho, como la docencia.

Un día, una colega me preguntó cuánto ganaba. Cuando le respondí, me dijo: “¡Eso es injusto! ¿Cómo una profesora con tanta experiencia como tú puede estar contenta con ese sueldo? Las docentes que no tienen tu experiencia ganan lo mismo o más que tú”. Después de aquella conversación me sentí triste y preocu­pada, y pensé que quizá no valoraban mi trabajo, o se aprovechaban de mí considerando que por ser esposa de pastor debía trabajar gratuitamente.

Después de meditar y orar fui a hablar con el administrador del colegio, pero salí mucho peor y confirmé mi presentimiento. Además, me dijo: “Algunos padres se han quejado de tu trabajo”. Lloré mucho y me desanimé. Le pedí a Dios que me ayudara. Mi esposo me animó para seguir adelante. Mi primera reacción fue dejar todo, pero sabía que mi trabajo era necesario y seguí haciéndolo como siempre lo había hecho: de la mejor manera, porque lo hacía para el Señor.

Dios me dio mucho más que un sueldo. En diciembre, la institución y los padres evaluaron el trabajo de cada docente. ¡Qué sorpresa me llevé cuando fui condecorada como la mejor profesora del año! Tiempo después, volví a ver a aquel administrador y para ese entonces se mostraba avergonzado. Hablamos cristianamente y comprendí que todos los seres humanos nos equivocamos. El Señor nos ayudó a ambos, pues él siempre nos da otra oportunidad.

Querida amiga, sin duda nos encontraremos con gente que tratará de derribar nuestra autoestima y hacernos sentir mal, pero si caminamos con Jesús los falsos testimonios quedarán en evidencia. El se encargará de hacer justicia.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario