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jueves, 14 de junio de 2018

Matutina de Jovenes:Junio 14, 2018

El plan perfecto


«Yo sé los planes que tengo para ustedes, planes para su bienestar y no para su mal, a fin de darles un futuro lleno de esperanza». Jeremías 29: ll


LOS DIECISÉIS AÑOS, yo era una ferviente jovencita cristiana entusiasmada por trabajar para el Señor. También estaba segura de que me ¡fía muy bien académicamente. Siempre creí que Jeremías 29: 11 trazaba el plan maestro de mi vida… hasta que llegó la verdadera prueba. Tuve éxito en los exámenes del Consejo del Caribe, y era el momento de cumplir mis sueños universitarios. A pesar de que sabía que financieramente iba a tener problemas, no estaba preocupada. El saber que Dios tiene un plan para mí me hace sentir que todas las cosas resultarán de la mejor manera posible. Sin embargo, la realidad me golpeó sorpresivamente.

Tuve serios problemas para costear mi matrícula. Había días en los que no tenía nada que comer y me sentaba en mi habitación a llorar. Cada semestre, durante los tres años que pasé en la universidad podía ver mi nombre impreso en el tablón de anuncios junto al que se podía leer que tenía pagos pendientes de mi matrícula.

Me sentía desesperada, sin esperanza, perdida y sin tener claro el rumbo de mi vida, sobre todo porque erróneamente pensaba que si Dios tiene un plan para mi vida, entonces siempre tengo que estar dispuesta a vivir una experiencia «buena». Un día traté de reflexionar en el verdadero mensaje que el profeta Jeremías estaba transmitiendo. A pesar de que estaba experimentando desafíos que no esperaba, Dios no se olvidó de mí, y todavía tenía un plan para mi vida.

Me centré de nuevo en Dios y a pesar de los desafíos él me ayudó a superar los obstáculos. Tengo tres consejos que te animarán: 10. Tómate tiempo para descubrir el plan que Dios tiene para tu vida. 20. Somete tu vida a ese plan que Dios tiene para ti. 30. Confía en Dios para que guíe tu vida tanto en los momentos buenos como en los difíciles.

No quiero decir con esto que no habrá pruebas y dificultades, como bien ilustra mi caso, pero al final verás que todas las cosas obran para el bien de los que aman a Dios, como nos dice Pablo (ver Romanos 8:28).

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