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jueves, 25 de enero de 2018

Matutina de Damas : Enero 25, 2018

Es difícil esperar


Mientras tanto el pueblo estaba esperando a Zacarías y les extrañaba que se demorara tanto en el santuario (Luc. 1:21).


Para mí, “espera” es una palabra cruel. iNo me gusta nada esperar! Con esta actitud, no puedo entender a la paloma que está en el jardín, justo afuera de mi baño. Permanece sentada en su nido por semanas, esperando a que los huevos rompan el cascarón. La puedo ver cuando me ducho. ¿Cómo puede ser tan paciente? Está allí. sentada todo el tiempo, Fin siquiera salir a buscar comida! Pero todas las cosas tienen sus propios tiempos, y si intentas apurar la rotura del cascarón, solamente destruirás al bebé que espera nacer.

Cuando tengo que acompañar a mi esposo a algún lado, siempre llevo un libro o unos crucigramas, porque no me gusta sentarme en el autb a esperar. Entonces, mientras él hace sus trámites, puedo leer y así no impacientarme.

La mayoría de nuestro mundo frenético y tumultuoso percibe la palabra “espera” como despiadada. Muy a menudo, somos impetuosos e impacientes, y queremos que las cosas se hagan a nuestra manera y en el tiempo que nosotros estipulamos. ¿Por qué escribir una carta si puedo enviar un correo electrónico o un mensaje de texto? Esperamos resultados instantáneos y acciones inmediatas.

La verdad es que pensamos que no podemos esperar. iQueremos que la gente entienda ahora! iQueremos que la gente cambie ahora! Ahora. El sabio Salomón ya dijo que “todo tiene su momento oportuno; hay un tiempo para todo lo que se hace bajo el cielo” (Ecl. 3:1). Lo cierto es que no tenemos la paciencia necesaria para esperar el momento oportuno para que sucedan las cosas. Pero no debiéramos adelantarnos a Dios. Si no esperamos sus tiempos, correremos sin ningún poder y tendremos resultados desastrosos. Destruiremos los planes maravillosos que él tiene en mente para nosotras. En mi vida, he aprendido que, cada día, tengo que estudiar la Palabra de Dios con oración, y pedirle que me dé poder y paciencia, como las personas que esperaban a que el profeta Zacarías saliera del Templo. Creo que esperaron mucho tiempo. Quizá se cansaron de esperar o se preocuparon por lo que podría haberle pasado al sacerdote. Pero la Biblia dice que “esperaron!

Nosotras llevamos mucho tiempo esperando la segunda venida de Jesús. Oro para que Dios nos dé paciencia para seguir esperando, porque él conoce el momento adecuado… y está muy cerca.

ANI   BRAVO está jubilada y vive en Brasil. Trabajó en la Casa Publicadora Brasileña y es autora de un devocional para niños.

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