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miércoles, 12 de julio de 2017

Matutina de Jovenes : Julio 12, 2017

Más que una medalla


“Si tratas de aferrarte a la vida, la perderás; pero si entregas tu vida por mi causa y por causa de la Buena Noticia, la salvarás” (Marcos 8:35 NTV).


El 12 de Julio de 1862, el Congreso de Estados Unidos autorizaba comenzar a otorgar la Medalla de Honor, máxima condecoración entregada en sus Fuerzas Armadas. Es conocida como Medalla de Honor del Congreso, pues es entregada por el Presidente, “en nombre del Congreso de los Estados Unidos”. El criterio es “valentía e intrepidez con riesgo de la propia vida, más allá de la llamada del deber, estando en combate contra un enemigo de los Estados Unidos”.

Desmond Doss, soldado del Ejército durante la Segunda Guerra Mundial, fue el primer adventista objetor de conciencia en recibir la Medalla de Honor, por salvar a más de 75 soldados heridos, arriesgando su propia vida.

Su madre le inculcó el concepto sagrado de la vida humana, y el mandamiento bíblico que prohíbe matar. En Abril de 1942, fue reclutado por el Ejército. Por negarse a portar armas, fue alistado como “objetor de conciencia” y designado al cuerpo médico de la División 77 de Infantería. La objeción de conciencia es la negativa a acatar órdenes o leyes, o a realizar actos o servicios, invocando motivos éticos o religiosos; se aplica a la negativa de porte y uso de armas para matar.

Por su adhesión a sus principios religiosos y su observancia estricta del sábado, fue objeto de burlas de sus compañeros y reputado como desobediente entre sus superiores. En mayo de 1945, en el asalto anfibio aliado a la isla de Ryukyu, Okinawa, un batallón fue enviado a tomar una posición japonesa sobre un acantilado de 120 metros. Luego de la escalada, fueron emboscados y atrapados entre un intenso fuego enemigo y el precipicio. Viendo cómo sus compañeros caían heridos, en lugar de buscar refugio, Doss se lanzó a salvarlos. Uno a uno, bajo intenso fuego japonés, rescató a sus compañeros, arrastrándolos o cargándolos hasta el acantilado, donde eran bajados con cuerdas.

Durante días continuó atendiendo a los heridos, a despecho del peligro, hasta que el 21 de mayo, cerca de Shuri, fue alcanzado en las piernas por la metralla de una granada. A punto de ser sacado en camilla, Doss vio a otro soldado peor herido que él y dejó la camilla para que lo evacuasen. Entonces recibió un disparo en un brazo, que fracturó un hueso. Sin poder ponerse en pie, herido en un brazo y sin que nadie pudiese ayudarlo, rompió su juramento de no portar armas… Entablilló su brazo con un fusil y se arrastró hasta llegar a un hospital de campaña.

Aun para quienes se burlaban de él, Doss se convirtió en un símbolo de coraje y determinación. Hoy, atrévete a Jugarte por tus principios, sin importar las consecuencias. MB

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