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viernes, 2 de junio de 2017

Matutina de Menores: Junio 2, 2017

LA PARÁBOLA DEL PANTANO. PARTE 1


“El Señor me dijo: ‘Este pueblo me sirve de palabra y me honra con la boca, pero su corazón está lejos de mí, y el culto que me rinde son cosas inventadas por los hombres y aprendidas de memoria'” (Isaias 29:13).

 
Hoy te voy a contar una parábola moderna. ¿Sabes qué es una parábola? Es una narración de algo que nunca sucedió, pero que nos ayuda a entender una verdad que es difícil de explicar de otra manera. Jesús contó muchas parábolas. Esta no la contó Jesús, pero espero que te guste.
Un caminante que estaba perdido se cayó dentro de un pantano de arenas movedizas. Viendo que era tragado hacia el fondo, el hombre se dio cuenta de que iba a morir y decidió luchar con todas sus fuerzas por sobrevivir.
Comenzó a gritar y a aferrarse de las ramas y los troncos de la orilla, pero no podía salir a flote.
Cerca de allí, en una colina, había un grupo de cristianos sentados alrededor de una fogata. Llevaban todo el día hablando de religión, cuando oyeron los gritos a la distancia. “Creo que alguien se ha caído en las arenas movedizas”, comentó uno. Y fue a comprobarlo. Efectivamente, allí estaba el caminante, agobiado, luchando por su vida. El cristiano corrió de vuelta a avisar al grupo, y todos salieron a ver. “Es cierto -afirmó uno-, un hombre está atrapado en las arenas movedizas”.
Y se reunieron en círculo, para discutir qué hacer. Unos decían una cosa y otros decían otra. Por fin, el líder dijo: “Estamos de acuerdo en que ese hombre tiene problemas”. Y todos se alegraron, porque era la primera vez que se ponían de acuerdo en algo.
Entonces buscaron en sus libros si había alguna referencia a qué hacer cuando una persona fuera tragada por arenas movedizas. No encontraron nada. Uno propuso: “¿Por qué no ayudamos a ese pobre hombre?”. Y nuevamente se reunieron para discutir la idea.
Tras deliberar, el líder se puso en pie y anunció: “Hemos decidido seguir estudiando el caso antes de intervenir, para saber si el ayudar a alguien que está siendo tragado por arenas movedizas debe formar parte de nuestras creencias o no”.
¿Qué te parece la actitud de esos “cristianos”? ¿Crees que hace falta saber mucha teología o dar muchas vueltas al asunto, para tomar de inmediato la decisión de ayudar a alguien que lo necesita? ¿Qué hubieras hecho tú?

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