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martes, 30 de mayo de 2017

Matutinas de Adultos : Mayo 30, 2017

Oración y valor moral


«Si alguien quiere venir en pos de mí, niéguese a SÍ mismo, tome su cruz y sígame».Mateo 16: 24


SE REQUIERE VALOR moral para ponerse del lado de la observancia de los mandamientos del Señor. Un opositor de la verdad dijo en cierta ocasión que Únicamente las personas de mente débil, necias e ignorantes se apartarían de las iglesias para observar el sábado como día de reposo. Pero un pastor que había aceptado la verdad replicó: «Si usted piensa que solo los débiles de mente actúan así, inténtelo usted». El acto de colocarse en el lado impopular requiere de valor moral, firmeza, decisión, perseverancia y mucha oración.

Debemos estar agradecidos porque ahora podemos acudir a Cristo tal como antaño acudían a él en el templo los pobres y los dolientes. Esperamos que esta casa sea una casa de oración, y que todos los que entren en ella se den cuenta de que lo hacen para reunirse con Dios. Cristo dijo: «Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos» (Mat.18: 20). Nosotros no esperamos poder proveerles siempre un pastor, así que ustedes deben echar sus propias raíces. Necesitan aprender a beber por ustedes mismos de la fuente de la vida. Ustedes no se han atrevido a pisotear los mandamientos de Dios, y se han colocado de parte de la verdad impopular, así que ahora dejen que fluyan los resultados. ¿Creen que el Salvador se apartará y los dejará luchar solos? Jamás. Pero él nunca les dijo a sus discípulos que no experimentarían pruebas, que no tendrían que manifestar un espíritu de abnegación ni realizar sacrificios. El Maestro fue un «varón de dolores, experimentado en sufrimiento» (Isa, 53:3). «Ya conocen la gracia de nuestro Señor Jesucristo, que aunque era rico, por causa de ustedes se hizo pobre, para que mediante su pobreza ustedes llegaran a ser ricos» (2 Cor. 8: 9, NVI). Demos gracias a Dios porque por medio de su pobreza podemos llamar a Dios nuestro Padre.

La pobreza está por apoderarse del mundo, y habrá un tiempo de angustia como nunca ha habido hasta ahora. Habrá guerras y rumores de guerras, y la angustia invadirá toda la humanidad. Es posible que ustedes tengan que sufrir ansiedad; es posible que algunas veces pasen hambre; pero Dios no los olvidará. Él probará la fe de ustedes. NO debemos vivir para agradarnos. Estamos aquí para dar a conocer a Cristo al mundo’ para representarlo a él y su poder ante la humanidad

Cristo nos está probando hoy para ver si seremos obedientes a la ley de Dios como él lo fue, y así adaptarnos al ambiente celestial. Dios quiere un pueblo leal.— Review and Herald 3 de septiembre de 1895.

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