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lunes, 10 de octubre de 2016

Matutina de Jóvenes: Octubre 10, 2016

“AL INFINITO… Y MÁS ALLÁ”


“Yo los he creado para que me adoren” (Isaías 43:7, TLA).



¿Has visto la película animada Toy Story? Ese filme constituyó un hito cinematográfico, puesto que fue la primera cinta animada con efectos digitales tridimensionales en la historia del cine. Por
supuesto, si tenía que ver con computadoras no resulta extraño que Steve Jobs, el fundador de Pixar, la empresa que desarrolló el programa que se usó en la película, haya sido un personaje fundamental en esta nueva etapa del cine animado.

Toy Story gira en torno a dos personajes principales, el vaquero Woody, que siente que su papel como juguete favorito de un niño corre peligro tras la llegada del astronauta Buzz Lightyear. En la biografía de Jobs, escrita por Walter Isaacson, se resume la trama central en este párrafo: “Todo el mundo ha pasado por la traumática experiencia infantil de perder un juguete.

Nuestra historia arranca desde el punto de vista del juguete, que pierde y trata de recuperar lo único que le importa: que los niños jueguen con él. Esta razón fundamenta la existencia de todos los juguetes” (Ste- ve Jobs, p. 362). Me gustó ese concepto: el juguete es feliz cuando cumple el objetivo para el cual fue creado: que el niño juegue con él. Esa es la esencia de todo juguete. Y es lo que anhelaban los juguetes de nuestra historia.

Todo objeto que haya sido creado tiene una función específica. La lavadora es útil cuando lava. El lápiz cumple la meta para la cual fue creado cuando escribe. En fin, todo objeto, por simple que parezca, halla su plenitud en realizar el trabajo para el cual fue diseñado.

Thomas Carlyle dijo: “Un hombre sin propósito es como una barca sin timón, un soplo, un nadie, no es un hombre”. ¿Cuál es el propósito para el cual Dios nos creó? “Yo los he creado para que me adoren” (Isaías 43:7, TLA). Por supuesto, eso no significa que tienes que pasarte todo el día cantando en la iglesia, sino que todo lo que hagas tiene que honrar a tu Creador.

Serás feliz cuando cumplas ese propósito. ¡Y qué más ganarás si llevas a cabo la obra para la cual has sido creado? Sentirás que podrás llegar, como Buzz Lightyear, “al infinito… y más allá”.

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