Matutina de la Mujer: Noviembre 1, 2015

¡Hoy será un día estupendo!

Este es el día que hizo Jehová; nos gozaremos y alegraremos en él. Salmo 118:24

Querida amiga: ¿Estás teniendo un día magnífico? Espero que sí, pues Dios está contigo, y vela sobre ti y los tuyos con una amplia sonrisa. El Señor escogió hoy concederte vida para que lo alabes en toda circunstancia y para que, buscando su rostro, tu existencia tenga significado.

Te dio un amanecer radiante para que andes a la luz de su presencia y agradezcas por el Sol de Justicia. Y si este fuera un día nublado, sé feliz también, recordando que Jehová te acompaña en cualquier circunstancia.

En su bondad, te dio un trabajo para que tengas cómo sustentarte y ayudar a otros. Te rodeó de amigos, con quienes compartir momentos de gozo. Un buen amigo es el que te dice las verdades de frente mientras cuida tus espaldas. Estará a tu lado en los momentos difíciles para aliviar tu tristeza, y su testimonio te guiará a Jesús, el mejor Amigo.

Además, el Señor te concedió un techo bajo el cual protegerte, y te recuerda que “el que habita al abrigo del Altísimo, morará bajo la sombra del Omnipotente” (Sal. 91:1). El cielo te otorgó una familia a quien amar, nutrir y animar, y con ello la oportunidad de reflejar las características divinas en tu diario vivir. Te dio salud para que la guardes como un tesoro y recuerdes cuánto anhela que tengas plena salud espiritual. Te dio ojos para que puedas ver las maravillas de su creación y para que los fijes en Cristo Jesús. Te dio un corazón para que goces el privilegio de amar y ser amada, y te anima a entregárselo a él cada nuevo día, para que te vaya bien. Te dio pautas para que tu vida sea fructífera. No olvides repasarlas diariamente.

Cuando murió por ti, Jesús te mostró su amor y te regaló una razón para tu existencia; también te prometió que pronto vendrá por ti. Te da un abrazo de bienvenida cada mañana, y cada noche te recuesta sobre su hombro para que descanses confiada en sus promesas.

¿Necesitas algo más? ¡Sí! Todo eso lo concede el Padre para que lo exaltes en cada momento de tu vida. Hoy, Dios desea que tengas un día feliz.— Rhodi Alers de López.