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martes, 21 de abril de 2015

Matutina de Menores: Abril 21, 2015

El rey del camuflaje


Experimenta; Lee con cuidado lo que dios te recomienda hoy, por si conoces a algún «rey del camuflaje».

Camuflaje es la acción de algunos seres vivos, no solamente animales, para esconderse y confundirse dentro del medio que los rodea, cambiando su apariencia hasta verse lo más similares que puedan a la superficie donde estén.

Dios dio al camaléon capacidad para cambiar los dibujos y el color de su propia piel, para confundirse entre las ramas o la superficie donde se encuentre, en caso de tener miedo o si hay alguna otra alteración en el ambiente. Logra aparentar que no está ahi. Esta capacidad es para protegerse de aquellos que le quieran hacer daño.

Hay quienes se comportan como camaleones. Cambian su forma de ser y sus opiniones dependiendo de con quién o dónde estén. Cuando van a otro lugar, vuleven a cambiar sus gustos u opiniones; algunos hasta cambian de amigos. ¿Es posible? Sí, por desgracia. Te tratan como si fueras su mejor amigo o amiga mientras están contigo. Pero en cuanto se dan vuelta y van con aquel que no habla bien de ti, cambian por completo; aunque te hayan prometido amistad eterna, comienzan a hablar mal de ti como ellos. Se convierten en personas diferentes de acuerdo al grupo en que estén. aunque luego vuelvan a su apariencia anterior. Estas personas no son confiables. Les hace falta incluir a Jesús en sus vidas, para que se sientan seguras de ser quienes ya son. Cuando invitas a Jesús a vivir contgo, no necesitas aparentar. Simplemete tienes que ser feliz.

La falta de sinceridad y seguridad no es admirable. Tú y yo no tenemos por qué escondernos detrás de una personalidad cambiante, Jesús ama ver nuestro color real. No le agradan los que aparentan ser individuos falsos. Nada tenemos que temer. Con Jesús estamos seguros, nos ama tal y como somos.

«Aparentarás ser muy religiosos, pero con sus hechos negarán el verdadero poder de la religión. ¡No tengas nada que ver con esa clase de gente!» (2 Timoteo 3:5)

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