Lo que logra la felicidad
Experimenta: ¿Qué harías si tuvieras que presentar un examen o trabajar en sábado? ¿Te mantendrías fiel a Dios bajo cualquier circunstancia?
Una enfermera amiga vivió una experiencia increíble. Con mucho esfuerzo estudió la especialidad que tanto quería. Solo faltaba presentar el examen para titularse.
La institución dispuso un sábado como fecha para que los alumnos presentaran su examen de titulación. Cuando mi amiga se enteró, se preocupó. Sabía que presentar el examen en el día del Señor era desobedecerlo pero si no se presentaba, desperdiciaría un año de mucha dedicación. Pidió a Dios que hiciera un milagro.
Mi amiga fue a ver al director. Expuso sus motivos y pidió que le permitiera presentar el examen otro día. Escribió una carta a las autoridades de la universidad, pero no obtuvo respuesta.
El sábado llegó. Salió rumbo a la iglesia, como cada sábado. Mientras escuchaba el sermón, Jesús puso paz en su corazón. Sin saberlo ella, Dios hacía un milagro. Al lunes siguiente habló con el director otra vez. Después de regañarla por anteponer sus creencias a sus estudios, le dijo que sus profesores habían notado la ausencia de su mejor alumna y, sin saber porqué, a pesar de que no se había presentado el sábado como todos los demás, estaba aprobada, sin tener que cumplir con algún requisito. ¡Ni, siquiera tendría que presentar su examen!
Mi amiga sí conoce la razón: Dios movió los corazones de todos a favor de una hija suya que ha decidido serle fiel bajo cualquier circunstancia. ¡Gracias a Dios porque, cuando ve fidelidad, no se queda con los brazos cruzados!
Ojalá tu respuesta sea también que serás fiel. Si obedeces los Mandamientos y te esfuerzas en hacer tus labores lo mejor que puedas, experimentarás en tu vida el magnífico poder del único Dios verdadero que prometió darte la victoria aunque las circunstancias sean más grandes y fuertes que tú.
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