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viernes, 20 de marzo de 2015

Matutina de Menores: Marzo 20, 2015

La importancia del poco popular abejorro


Experimenta: Si entrará en tu casa un insecto regordete, amarillo y negro, ¿sabrías distinguir si es una abeja o un abejorro?
Aunque las abejas y los abejorros se alimentan del néctar de las flores y sustentan a sus crías con el polen que recolectan, sus técnicas de búsqueda son diferentes. Las abejas son líderes de un grupo que usa sofisticados medios, como la danza, para comunicar dónde encuentran flores; mientras que los abejorros buscan individualmente la flor adecuada.

Las abejas tienen una lengua corta que les impide polinizar ciertas flores. Mientras que los abejorros están dotados de una lengua más larga y su cuerpo emite un zumbido especial; son capaces de polinizar flores tan complicadas como las de una tomatera, un manzano o un peral. Así que, la próxima vez que comas un tomate, recuerda que quizás un abejorro hizo bien su trabajo.

Los abejorros no son tan populares como las abejas. No obstante, son tan especiales como ellas, ya que realizan una tarea única para la cual Dios los creó.

Ser el más popular no es tan importante como el trabajo que realizas. Dios ha dado diferentes dones a cada persona para que cumpla con una misión especial en esta tierra; todos somos buenos en algo.

Si el abejorro intentara cada día parecerse más a la abeja, que es popular, dejaría de hacer el importante trabajo para lo cual fue creado; de cualquier modo, nunca lograría ser como la abeja. Lo mismo sucede a quienes quieren parecerse al más popular de sus amigos: desperdician su tiempo cuando podrían ser auténticos, con los dones que Dios les ha dado.

¿Conoces a alguien que no sea tan popular? Recuerda que es igual de importante para Dios y el mundo, que aquel muchacho o aquella chica que sí lo es.

«Hay diferentes manifestaciones de poder, pero es un mismo Dios, que, con su poder, lo hace todo en todos» (1 Corintios 12: 6)

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