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sábado, 21 de marzo de 2015

Matutina de la Mujer: Marzo 21, 2015

Atascadas sobre nada


Encomienda a Jehová tu camino, y confia en él; y él hará. Salmo 37:5



Las damas de la iglesia estaban emocionadas. Planeamos salir el viernes por la tarde para llegar al lugar del retiro espiritual antes de la puesta de sol. Dios bendeciría el retiro de damas, pero el enemigo también tenía sus designios. El encuentro de los dos planes resultaría en una manifestacion poderosa de la protección de Dios.

Después de varios contratiempos, por fin salimos. La noche era hermosa, y la luna y las estrellas hacían más placentero el viaje. Era tarde y estábamos causadas, pero cantábamos y reiamos para hacer mas ameno el viaje. El sistema de navegacion (GPS) nos guiaba. Al fin divisamos el rótulo que indicaba la salida. ¡Quince minutos y llegabamos!.

Transitamos el camino rural guiadas por el GPS. De repente, la furgoneta se atascó. La oscuridad era densa, y no lograbamos divisar ningun obstáculo en el camino. Después de varios intentos infructuosos por proseguir decidimos volver y buscar otro camino para llegar a nuestro destino. Diez minutos despues llegamos al lugar, listas para descansar.

A la tarde siguiente hicimos una caminata, y pasamos por el lugar donde nos habíamos atascado la noche anterior. Entonces ¡nos dimos cuenta de que el ángel del Señor nos había librado de una muerte segura! El GPS no estaba actualizado, y nos guio por un camino que ya no existia ¡A pocos metros de donde nos habíamos atascado había un precipicio de diez metros!

A menudo iniciamos nuestro día confiadas en las herramientas que conocemos y que nos han guiado en el pasado. Sin embargo, Dios es nuestro Guía supremo. El enemigo siempre intentará hacernos daño y truncar los planes de Dios, pero recordemos que mientras pongamos nuestras vidas en las manos de Dios, él enderezará el camino que transitamos.

“Conságrate a Dios todas las mañanas; haz de esto tu primera tarea. Sea tu oración: ‘Tómame, ¡oh Señor!, como enteramente tuyo. Pongo todos mis planes a tus pies. Úsame hoy en tu servicio. Mora conmigo, y sea toda mi obra hecha en ti’. Este es un asunto diario. Cada mañana, conságrate a Dios por ese día. Somete todos tus planes a él, para ponerlos en práctica o abandonarlos, según te lo indique su providencia” (El camino a Cristo, cap. 8, p. 104).

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