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viernes, 20 de marzo de 2015

Matutina de la Mujer: Marzo 20, 2015

Y nunca te abandonará - 2


Yo Jehová soy tu Dios, quien te sostiene de tu mario derecha, y te dice: “No temas, yo te ayudo”. Isaías 41:13



El Señor también ha prometido que en la prueba nos sostendrá con su mano derecha. No debemos temer.

—Mamá —decía Jonathan cuando conversaba con él—, por favor, diles a los hermanos que no oren para que yo sane, sino para que se haga la voluntad de Dios.

Mi hijo Jonathan tenía un cáncer agresivo. Solo el poder del Señor, mediante su Espíritu, su Palabra y la comunión con él, pudo inspirarle esa fe. Cuando nuestro Creador permite alguna prueba en nuestra vida, jamás nos deja solos. Él nos da las fuerzas, el valor, el poder y la dirección para afrontarla y salir victoriosos en su nombre.

Una tarde vi a mi hijo sentado en el sofá de la sala, cabizbajo. Me senté a su lado y le pregunté que pensaba. Me miró a los ojos: “Mamá me dijo—, yo no me quiero morir. Yo quiero graduarme de médico, casarme, tener hijos, pero no me quiero morir”. Sus palabras están grabadas en mi corazón de madre. Me sentí muy impotente. Entonces, recurrí a nuestro maravilloso Padre, quien se compadece de todos nosotros; y le expliqué a mi hijo que la voluntad de Dios siempre es la mejor porque conoce nuestro fin desde el principio.

Jony cursaba su décimo semestre de Medicina cuando descansó en el Señor, a la edad de veintidós años. Murió con la firme convicción y la bendita esperanza de que, en el día final, su tumba se abrirá, y él saldrá para vida eterna, para gozar de una vida sin cáncer, sin sufrimiento ni idolor, sin lágrimas ni muerte, porque todo esto pasará. Doy gracias a Dios por haber permitido esta bendición en mi familia porque, a través de ella, pudimos ver el amor de Jesús que excede a todo conocimiento humano.

¿Has pasado por alguna prueba difícil? ¿En estos momentos la estarás experimentando? En medio de todo, recuerda: el Señor permite las pruebas para nuestro bien, aún cuando tengamos que derramar lágrimas. Dios desea tu bienestar. Si estuvo dispuesto a derramar su sangre antes de que vinieras a este mundo, imagínate, ahora que existes, ¡qué no haría por ti! Búscalo de todo corazón, haz de él tu único refugio. Él te ama y estará siempre contigo.

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