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viernes, 6 de febrero de 2015

Matutina de Menores: Febrero 6, 2015

Pesado y loco


Experimenta: ¿Te gustan las bromas ¿Qué te gusta más, hacer una broma a que te la hagan a ti?

Mientras viajaba en autobús me llamó la atención la portada del libro que leía una persona sentada cerca de mí. Era un libro de ideas para hacer bromas. Después de un rato la mujer se dio vuelta me dijo: «¡Este libro esta buenísimo! Ya sé a quién le haré la primera broma. Pero definitivamente yo no perdonaría a quien me la hiciera».

¡Supe entonces que el libro no estaba tan bueno! Es totalmente cierto que hacer bromas puede ser divertido, pero no tanto cuando te las hacen a ti, ¿verdad?, sobre todo si la broma es pesada. Hasta sientes ganas de terminar con esa amistad.

Algunas bromas, a las que llamaremos «muy ligeras», pueden hacerte pasar un momento divertido. Pero hay otras que definitivamente molestan y lastimen a las personas. ¿Cómo saber cuándo una broma se convierte en «pesada»? Es muy sencillo. Mide la broma con la regla de oro que dio Jesús: «Traten ustedes a los demás tal y como quieren que ellos los traten a ustedes».

Quiere decir que si la broma que planeas no permitirías que te la hicieran a ti, entonces, simplemente no la hagas, porque ya rebasó el límite. Aunque parezca divertida, no lo hagas. No arriesgues el respeto que te tienen tus padres, maestros y amigos. Cuando alguien salga perjudicado por una broma de mal gusto, en lugar de burlarte piensa en qué sentirías si te la hicieran a ti.

¿Cómo llamarías a esa persona que hace bromas desagradables y causa problemas con ellas? Lee con cuidado el versículo de hoy, y descubre con qué se compara, en la Biblia, al que no tiene límites con sus bromas. Ten cuidado de no parecer «loco» o «loca» debido a tus bromas.

«Como un loco que lanza mortales flechas de fuego, así es quien engaña a su amigo y luego dice que todo era un juego» (Proverbios 26: 18,19).

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