Buscar...

jueves, 26 de febrero de 2015

Matutina de Menores: Febrero 26, 2015

Mochila para caminata


Experimenta: ¿Has hecho alguna caminata en la naturaleza?

Según las recomendaciones, cuando salimos a dar una caminata llevamos en la mochila ciertas cosas esenciales  para que sobreviviéramos acampando una noche al aire libre, además de zapatos cómodos, agua y gorras o sombreros paa el sol. Alguien preguntó: «¿Sólo eso vamos a llevar?»

Empezamos la caminata antes del amanecer. El director notó que una de las mochilas parecía más pesada, así que nos recordó que caminaríamos cinco horas aproximadamente. El dueño de la mochila «grande», un chico alto y fornido, dijo que podía cargar sus cosas sin problemas.

-¡Cada quien carga sus cosas, escucharon?- dijo el director.

Luego de una hora, nuestro compañero de la mochila pesada comenzó a quedarse atrás. A las dos horas, ¡pidió un descanso urgente! Al proseguir la caminata pidió ayuda para cargar su mochila, se veía realmente agotado. A pesar de las indicaciones previas un muchacho se ofreció a ayudarlo. Cuando levantó la mochila, gritó muy enojado y abrió el cierre. Sacó dos botellas grandes de jugo, una barra entera de pan, un frasco de mantequilla de maní y otro de mermelada, un cartón de leche, una almohada y otras cosas. ¡Entendimos por qué se había cansado! El director le preguntó si quería continuar la caminata. Nuestro compañero regresó a su casa. ¡Qué lástima! Al final tuvimos una aventura inolvidable. Pero no la vivió porque prefirió abandonar.

Esta vida es una caminata, que puede durar 15, 48 o 90 años, lo que Dios permita. ¿Cuántos años tienes? ¿Te has puesto a pensar cuánto te falta por andar? Las amistades, los hábitos y las experiencias «pesadas» pueden hacer que te canses antes de tiempo y tengas que abandonar la caminata. Lo mejor es caminar siempre con Jesús. Así disfrutarás la caminata y esta vida en absoluto será agotadora.

«Si tanto te cansas corriendo contra gente de a pie, ¿cómo podrás competir con gente de a caballo? En terreno seguro te sientes tranquilo, ¿pero qué harás en la espesura del Jordán? (Jeremías 12:5)

No hay comentarios.:

Publicar un comentario