Para que la gente sepa
Experimenta: ¿Qué tiene de interesante la sucesión de Fibonacci? No la creó un ser humano. Dios es su autor y es una regla de su creación, nos incluye, la encuentras hasta en tus manos.
Leonardo de Pisa, también conocido como Fibonacci, cuyo pasatiempo eran las matemáticas, descubrió la siguiente sucesión de números: 0,1,1,2,3,5,8,13,21,34… En esta sucesión que lleva su nombre, cada número se calcula sumando los dos anteriores, El 2 es el resultado de 1+1, el 3 es el resultado de 1+2, el 34 es el resultado de 13+21, y así, puedes continuar sumando los dos últimos y conseguir un número más para la sucesión de Fibonacci, sin límites.
Las hojas de una rama siguen éste orden, por eso ninguna está encima de la otra en la misma vertical. En los caracoles, los vegetales como el brócoli y hasta en las flores, también puedes admirar dicha sucesión si observas cómo Dios distribuyó las semillas de las margaritas con 21 y 34 espirales, los girasoles con 55, 89 y 144 espirales. En el espacio exterior, los brazos en espiral de las galaxias también los acomodó el Creador como si hubiera usado la sucesión de Fibonacci a gran escala.
¿Cómo puede alguien decir que la naturaleza es obra de la casualidad? Cada semlla dispuesta en una flor, cada hueso acomodado en nuestro cuerpo, cada ramito de brócoli, cada espiral galáctico, cada célula en la naturaleza la puso en su lugar el Creador del universo, el único Dios verdadero, para que cada ser humano incluidos tú y yo, veamos y aprendamos, pensemos y atendamos que solamente su mano pudo hacer cosas tan perfectas.
Si ahora, después de años de pecado, podemos apreciar la perfección de su obra, ¿Cómo habrá sido todo al final de la primera semana de creación? ¿Cómo será el cielo? ¿A caso ahí Dios nos explicará la sucesión de Fibonacci?
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