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jueves, 15 de enero de 2015

Matutina de Jóvenes: Enero 15, 2015

Todo está sabiamente calculado


Él [Dios] es el que hizo la tierra con su poder, el que afirmó el mundo con su sabiduría, y extendió los cielos con su inteligencia. Jeremías 51:15.



Sabemos que, por lo menos dentro del sistema solar, la Tierra es el único planeta habitado, y el único que nos permite vivir naturalmente en él, porque reúne todas las condiciones necesarias para que todas las criaturas que habitamos en él podamos existir.

¿Qué sucedería con nosotros si las distancias máximas y mínimas que nos separan del sol, nuestra fuente de calor y energía, variaran tan solo en algunos kilómetros (cifras totalmente despreciables, desde el punto de vista cosmológico)? Nos moriríamos totalmente calcinados en menos de un segundo o, por el contrario, nos congelaríamos absolutamente en menos de un santiamén.

¿Qué consecuencias tendría sobre nuestra vida si los rangos máximos y mínimos de presión atmosférica variaran un poco? ¿Qué sucedería si nuestro planeta fuera un desierto, sin vegetación que nos proveyera el oxígeno vital para vivir? ¿Y si no existiera la gravedad, que nos mantiene con “los pies sobre la tierra” a pesar de la enorme velocidad a la que se traslada el planeta, en sus movimientos de rotación y de traslación? Saldríamos disparados por el espacio para “fundirnos” en un instante.

¿Qué ocurriría si, aunque nuestro cuerpo está hecho de tal forma que funciona siempre y cuando se le incorpore permanentemente los nutrientes necesarios para su subsistencia, no existieran los alimentos que contienen esos elementos químicos que necesitamos?

Podríamos seguir abundando en ejemplos, pero creo que lo que acabamos de exponer, aun en su sencillez y obviedad, es suficiente para que notemos cómo hay una adecuación entre el hábitat de nuestro planeta y sus habitantes. Todo está diseñado para que podamos vivir y ser felices. Es que, como dice el texto bíblico de hoy, nuestro mundo fue creado por un ser que no solo es poderoso -y demostró ese poder en la creación del cosmos y de nuestro planeta- sino también inteligente y sabio. Y ese ser, Dios, ha calculado todo, mediante un diseño inteligente y amoroso, para que vivamos, nos desarrollemos, y estemos llenos de motivos de placer y gozo.

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