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lunes, 5 de enero de 2015

Matutina de Adultos: Enero 5, 2015

Dios está detrás de la historia


“El muda los tiempos y las edades, quita reyes y pone reyes; da la sabiduría a los sabios y la ciencia a los entendidos” (Daniel 2:21)



En más de una ocasión, he visto creyentes dudar si Dios está verdaderamente al control de este mundo. Dice Elena White: “En los anales de la historia humana, el crecimiento de las naciones, el levantamiento y la caída de los imperios, parecen depender de la voluntad y las proezas del hombre. Los sucesos parecen ser determinados, en gran parte, por su poder, su ambición o su capricho.

Pero en la palabra de Dios se descorre el velo, y contemplamos detrás, encima y ente la trama y la urdimbre de los intereses, las pasiones y el poder de los hombres, los agentes del Ser misericordioso, que ejecutan silenciosa y pacientemente los consejos de la voluntad de Dios. La Biblia revela la verdadera filosofía de la historia […] El poder que ejerce todo gobernante terrenal en la tierra se lo otorga el cielo, y sus éxito depende de cómo lo ejerce […] Reconocer la obra de estos principios en la manifestación de su poder que “quita reyes, y establece reyes”, es comprender la filosofía de la historia” (La educación, Pág. 158).

            Así pues, el Dios de la Biblia está tan estrechamente asociado a su obra que no se puede repasar la historia del mundo sin compendiar al mismo tiempo la historia misma de la providencia divina. Nada hay tan bien establecido como la finalidad providencial hacia la cual la humanidad se encamina. La filosofía providencialista de la historia nos enseña que el acontecer humano tiene un fin, que Dios gobierna la historia y que ha determinado su objetivo. De los planes divinos nos da cuenta la Biblia, que no es otra cosa que el relato de los actos sucesivos de Dios en la tierra, que conducen al acto redentor de la encarnación y que culminarán en la inauguración de su reino.

            Este sentido oculto de la historia nos permite descubrir con esperanza que, a pesar del mal uso que los hombres hacen frecuentemente de la libertad y oportunidades que Dios nos da, el timón de esa nave lo lleva el Padre Celestial, amor y providencia.

            Hoy te invito a reconocer que hay un Dios en los cielos que está al control de este planeta. Sus promesas son seguras. Decide serle fiel.

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