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martes, 30 de diciembre de 2014

Matutina de la Mujer: Diciembre 30, 2014

¿Dificultades o bendiciones?


“Como está escrito: Por causa de ti somos muertos todo el tiempo; Somos contados como ovejas de matadero. Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó”. Romanos 8:36.37.



Cuando era joven, al pensar en la felicidad, imaginaba un camino de permanente alegría, sin tropiezos ni dificultades. El tiempo me enseñó que la vida es un camino escabroso con piedras en todos los tamaños y atajos sin salida aparente. ¿Por qué no siempre despeja Dios nuestro camino?

Un agricultor necesitaba un nuevo eje para su carro, y mandó a su hijo a conseguir una viga adecuada. El muchacho regresó con un tronco recto, liso. Parecía ideal. El padre le preguntó de dónde lo había obtenido. El joven respondió que lo había encontrado en una arboleda, junto a otros troncos. Entonces, el padre le dijo: “Es lindo, pero no sirve. Ha crecido protegido del viento y de las tormentas, y privado del sol. Este palo es demasiado suave y tierno. Sube a la montaña y trae una rama del árbol más grande que encuentres. Esa rama habrá soportado los vientos del invierno y el fuerte sol del verano. Entonces será lo suficientemente dura para soportar el esfuerzo de un eje de carro”.

Las inclemencias convierten a los árboles solitarios en valiosa madera. Del mismo modo, la felicidad no está bajo la protección de quienes soportaron por nosotros los embates de la vida. Esto solo es recomendable en la infancia. Paulatinamente, nuestros padres y maestros nos prepararon para afrontar solos la realidad y crecer con ella.

Los obstáculos, el dolor, los sueños incumplidos, todo es parte de nuestro aprendizaje en la universidad de la sida. Quien nunca conoció necesidades, dificultades, trabajo duro y no templó su carácter en el horno de la aflicción, probablemente no sea de mucha utilidad, pues no estará capacitado para llevar grandes responsabilidades sobre sus hombros.

Amiga, las dificultades fortalecen y templan el espíritu si sabemos aprender las lecciones que nos dan. Beethoven terminó de escribir su Quinta sinfonía en el silencio de su sordera. Ellen Keller transformó su sordomudez en bellos libros. Luis Braille creó su famoso sistema de lectura siendo ciego. Bendiciones, no dificultades.

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