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domingo, 28 de diciembre de 2014

Matutina de Adultos: Diciembre 28, 2014

El porqué del éxito -7


Adoren al que hizo los cielos, la tierra, el mar y todos los manantiales de agua. Apocalipsis 14:7, NCV.



Si bien los adventistas sabatarios reconocían que Guillermo Miller y Carlos Fitch, respectivamente, fueron los iniciadores del mensaje del primer y el segundo ángeles, consideraban que su propio movimiento, con su énfasis en los Mandamientos de Dios, fue el que inició el tercer mensaje. Su visión de la lucha durante el tiempo del fin por los Mandamientos de Dios, descrita en Apocalipsis 12:17, y la exposición más completa de ese versículo en Apocalipsis 13 y 14, reforzaban su convicción de que no solo eran herederos del millerismo, sino también Dios había predicho que su movimiento predicaría el mensaje de los tres ángeles a todo el mundo inmediatamente antes de la cosecha del fin del tiempo de Apocalipsis 14.

Como resultado, esa interpretación profética finalmente los impulsó a la misión. A comienzos del siglo XX, la convicción de que su movimiento constituía el cumplimento de la profecía había dado lugar a uno de los programas de extensión más ampliamente generalizados de la historia del cristianismo. Habían establecido obra en 204 de los 230 países reconocidos en aquel entonces por las Naciones Unidas.

Esa clase de dedicación no se dio por casualidad: era el resultado directo de una convicción profética acerca de su responsabilidad. Fue primordial el imperativo del primer ángel de Apocalipsis 14:6 de predicar “a toda nación, tribu, lengua y pueblo” y el mandato de Apocalipsis 10:11 para los chasqueados: “Es necesario que profetices otra vez sobre muchos pueblos, naciones, lenguas y reyes”.

Clyde Hewitt, al tratar de explicar el éxito de los adventistas del séptimo día en contraposición con el desgaste sufrido por los adventistas cristianos, abordó un elemento esencial, al observar que “los adventistas del séptimo día están convencidos de que se les ha ordenado divinamente que lleven adelante la obra profética iniciada por Guillermo Miller. Están dedicados a esa tarea”.

En cambio, el padre de Hewitt escribió, en 1944, que los adventistas cristianos habían abandonado la interpretación de Miller sobre Daniel 8:14 y los 2.300 días, y no tenían unanimidad sobre el significado del texto. Y en 1984 he entrevistado a otro destacado erudito adventista cristiano, que mencionó que su confesión ya no tenía una interpretación consensuada del millerismo: el corazón mismo de la contribución de Miller.

Señor, ayuda a tu iglesia moderna a reconocer que la profecía bíblica no es historia muerta, sino que su mera interpretación la vivificará plenamente, a medida que la trayectoria de la Tierra avance hacia su punto culminante.

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