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jueves, 25 de diciembre de 2014

Matutina de Adultos: Diciembre 25, 2014

El porqué del éxito -4


Escoge tú de entre todo el pueblo varones de virtud, temerosos de Dios, varones de verdad, que aborrezcan la avaricia; y ponlos sobre el pueblo por jefes de millares, de centenas, de cincuenta y de diez. Éxodo 18:21.



Los hijos de Israel no llegaron a Canaán sin organización; de hecho, no se puede lograr ningún cometido de gran magnitud sin ella.

Un tercer elemento que llevó al éxito evangelizador del adventismo del séptimo día fue una estructura organizativa suficiente para llevar adelante la misión y afrontar los desafíos de su mensaje.

Fue la falta de organización suficiente lo que marcó la desaparición de los espiritualizadores y provocó la falta de crecimiento de las dos confesiones adventistas de la Iglesia de Dios. Sin suficiente organización, no podían concentrar sus recursos para la misión ni mantener la unidad. El resultado fue un costoso cisma.

Fue al momento de la posibilidad de organizarse cuando también se separaron los adventistas cristianos y los adventistas del séptimo día. La Iglesia Adventista del Séptimo Día fue la única de las confesiones adventistas en depositar suficiente autoridad en todo nivel eclesiástico superior al de la congregación local. Clyde Hewitt, al lamentar la situación de los adventistas cristianos, indica que la falta de una “organización centralizada y fuerte” es una de las razones por las cuales la “contracción amenaza con superar a la expansión”, en su confesión religiosa. Como resultado de su estructura congregacional, señala Hewitt, los cristianos adventistas no pudieron movilizarse para la acción conjunta. Si hubiesen tenido una organización adecuada, sugirió en 1990, los adventistas cristianos podrían ser “una confesión creciente, y no moribunda”.

Por el contrario, los estudios de la estructura organizativa de los adventistas del séptimo día indican que la estructura de la iglesia fue diseñada a conciencia, teniendo en mente la extensión misionera tanto entre 1861 y 1863 como entre 1901 y 1903.

La comisión mundial para la iglesia en el tiempo del fin, de llevar el mensaje de los tres ángeles de Apocalipsis 14:6 al 12 “a toda nación, tribu, lengua y pueblo”, demanda una estructura organizativa suficiente para la tarea.

La misión del adventismo no es simplemente para con las congregaciones o las comunidades locales, sino también para con todo el mundo. Podemos agradecer a Dios por habernos brindado una estructura de la talla de la tarea. Quizá no siempre lo apreciamos como deberíamos. Pero, tanto los principios bíblicos como la historia adventista demuestran que no ocurrió de forma accidental.

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