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domingo, 21 de diciembre de 2014

Matutina de Adultos: Diciembre 21, 2014

Y ¿qué sucedió con todos esos milleritas? -2


Aparecerá por segunda vez, sin relación con el pecado, para salvar a los que le esperan. Hebreos 9:28.



Si bien no disponemos de estadísticas de feligresía, podemos sugerir, sin miedo a equivocarnos, que los Adventistas Evangélicos y los Adventistas Cristianos eran, por lejos, los más numerosos a comienzos de la década de 1860, en que los Adventistas Cristianos constantemente sobrepasaban a los Evangélicos. Una razón del éxito relativo de los Cristianos Adventistas parece ser que tenían doctrinas únicas, que les brindaban algo que les servía como sostén. Sus doctrinas del estado inconsciente de las personas en la muerte y de la destrucción final de los impíos brindaban un elemento fundamental para su identidad, y finalmente superaron su énfasis en el Advenimiento.

A los evangélicos, por otro lado, lo único que los separaba de la población en general era la idea del Advenimiento premilenial. Cuando una porción significativa del protestantismo conservador también adoptó formas de premilenialismo en las décadas posteriores a la Guerra Civil Norteamericana, el adventismo evangélico tuvo pocas razones para continuar con una existencia separada. Para comienzos del siglo XX, lo que probablemente haya sido el cuerpo millerita más grande a comienzos de la década de 1860 se había esfumado, como cuerpo religioso separado.

En 1860, el primer censo adventista estimaba unos 54.000 creyentes, de los cuales unos 3.000 guardaban el séptimo día. Pero, para 1890, el censo del Gobierno de los Estados Unidos indicó un cambio radical en el tamaño relativo de las confesiones adventistas. Los adventistas del séptimo día, que alguna vez fueron minúsculos, para ese entonces habían logrado el predominio, con 28.991 miembros en los Estados Unidos. Los Adventistas Cristianos los seguían, con 25.816 seguidores. Las otras cuatro confesiones oscilaban entre 647 y 2.872 adherentes cada una.

Un siglo después, solo existían cuatro de las seis confesiones adventistas todavía. En los primeros años del siglo XXI, los adventistas del séptimo día informaron más de 1 millón de miembros en los Estados Unidos y más de 15 millones en todo el mundo; mientras que los Adventistas Cristianos poseían 25.277 en los Estados Unidos y prácticamente ninguno fuera de este país. Las otras dos confesiones adventistas que sobrevivían informaron 3.860 y 9.700 miembros.

Así, para 2006, los adventistas del séptimo día dominaban el mundo posmillerita. Según declarara Clyde Hewitt, un historiador adventista cristiano: “el más pequeño de los grupos que se ramificaron fue el que llegaría a ser el más grande”.

Y, una vez más nos queda la pregunta de: ¿Qué fue lo que impulsó a los adventistas del séptimo día en su misión, que los demás no tenían?

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